Entremos en el tema. La semana pasada el gobernador Alejandro Armenta dejó en claro que las amistades se honran, no se presumen. Esa frase la conozco perfectamente, me la repitieron hasta que se me grabó, a él también, sospecho quién fue, sospecho que fue la misma persona… pero ese no es el punto.
El punto es que a la Secretaría de Salud, a la oficina de Fernando Carrasco el mensaje no llegó.
Recordarán que la semana pasada les hablé sobre los conflictos entre él y el titular de la dependencia, Carlos Pacheco.
Para contexto: Conflictos en la Secretaría de Salud… lo que faltaba
A raíz de esa publicación, me llovieron mensajes tipo:
“Me gritó y me dijo que él es que manda”.
“Dice que es amigo personal del gobernador y que nadie lo va a tocar”.
“Me amenazó porque se enteró de que intenté hablar con el secretario”.
Pero uno me llamó la atención:
“Me pidió el 25% para pagarme”.
Luego de ese mensaje, me hicieron llegar los textos de dos personas más acusando situaciones similares.
Claramente son proveedores de la Secretaría de Salud.
Los tres personajes me hicieron saber que Fernando Carrasco, el encargado de la administración de los pesos de la Secretaría de Salud les hizo presuntamente, unas peticiones… extrañas, por decir lo menos.
A partir del párrafo anterior y en lo subsecuente, este texto irá plagado de “presunta”, “presuntamente”, “presunción”, etcétera, para que el diputado Andrés Villegas no diga que estoy afectando al funcionario de Salud.
Bueno, pues presuntamente Fernando Carrasco, titular de la Unidad de Administración y Finanzas de la Secretaría de Salud y encargado de despacho de la Coordinación de Planeación y Evaluación, exige a proveedores el pago por adelantado del 20 al 25% de diezmo 2.0 o 2.5 —quien entendió, entendió— para liberar los cheques que los proveedores esperan por trabajos realizados o insumos abastecidos en la administración de Sergio Salomón Cespedes.
Léase, mientras en otros lugres les piden el retorno del 10 o el 15% ya habiendo recibido los pagos, aquí tienen que pagar para que les paguen.
Hay personas más amables que permiten impactar sobrecostos para luego recibir un porcentaje específico.
No nos hagamos, todos sabemos que así funciona este país, pero bueno.
El punto es que presuntamente la amenaza de Fernando Carrasco a los proveedores es que si no le pagan la cuota, no se les van a liberar el recurso. Además dicen los que dicen que saben que acompaña la amenaza con la presunta sentencia: “nadie me va a tocar, soy amigo del gobernador”.
Supongamos que sea cierto, aunque curiosamente las tres personas contaron historias similares y esto indica un patrón de comportamiento. Pero supongamos que es cierto, ¿esa es la manera en la que se honran las amistades?
Si el funcionario que presuntamente señalan de actos de corrupción, realmente valorara a su amigo, no debería estar ahorrándole problemas y en lugar de estar presuntamente generándolos.
No, definitivamente esa no es la manera de honrar una amistad.
De presumirla todos dan fe, seguramente hasta el secretario, pero de honrarla, no he escuchado a una sola persona.
A todo esto, ¿realmente serán amigos?
P.D. El nepotismo es corrupción, pronto hablaremos de Ricardo Carrasco, ¿quién creen que sea?
