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La pantomima legislativa para proteger a un depredador

Cuauhtémoc Blanco fue beneficiario de una pantomima legislativa

Cuauhtémoc Blanco fue beneficiario de una pantomima legislativa

Desmenucemos la frase de Simone de Beavoir para entender la pantomima legislativa que vimos ayer para proteger a un depredador y al presidente de un partido. Luego les hablaré de los errores de la Comisión Instructora y cómo manipularon la ley para beneficiar a Cuauhtémoc Blanco.

“El hecho de que exista una minoría privilegiada” —léase diputadas y diputados con fuero que pueden proteger a uno de los suyos—, “no compensa ni excusa la situación de discriminación” —el privilegiar el debido proceso de un presunto violador, presuntamente vinculado a un homicidio y que presuntamente desvió recursos—, “en la que vive el resto de sus compañeros” —las mujeres víctimas de algún tipo de agresión sexual o de género que constituimos nada más el 45% de la población, considerando, además, que somos las que hemos presentado denuncias.

La sonrisa de Cuauhtémoc Blanco tras ser beneficiario de una pantomima legislativa
La sonrisa de Cuauhtémoc Blanco tras ser beneficiario de una pantomima legislativa

En México, está claro que los hombres y mujeres violentos tienen quién los proteja, y a esos protectores se les llama cómplices… ¡COMPLICES!… Aunque les moleste que les pongan el nombre que merecen.

En el caso del diputado Cuauhtémoc Blanco la pantomima legislativa que vimos en la Cámara de Diputados no se trata de un simple tropiezo procesal. Es una muestra descarada de cómo las instituciones mexicanas protegen a un hombre presuntamente responsable de violación, dejándolo intocable bajo el “presuntamente” porque no se le puede juzgar.

Para contexto: Congreso exonera a Cuauhtémoc Blanco con el apoyo del PRI.

Y, adivinen, no se le puede juzgar porque no lo desaforaron.

No estamos aquí para aplaudir al PRI, a Morena o al PVEM por defender el debido proceso como si fuera un dogma intocable. Este país está furioso porque, una vez más, el sistema eligió encubrir a un posible agresor y abandonar a la víctima, mientras las y los legisladores se esconden detrás de excusas que no convencen a nadie.

El PRI, con Alejandro Moreno a la cabeza, y Citlali Hernández, titular del Instituto Nacional de Mujeres, coinciden en que la carpeta de investigación de la Fiscalía de Morelos estaba mal integrada.

El PRI y los demás partidos que lo salvaron mediante su pantomima legislativa, se aferran a que el desafuero no procedía por respeto al debido proceso. Porque en breve será el argumento que esgrimirán para salvar a Alito del desafuero. Lo rescatable del posicionamiento de Citlali Hernández es que puntualiza:

“… estas fallas no son un accidente, son el reflejo de un sistema que deja sola a la víctima mientras la discusión se desvía a lo político”.

Pero, ¿qué llevó a la Sección Instructora a ignorar el artículo 13, primer párrafo de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos?

Artículo 13, primer párrafo de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos
Artículo 13, primer párrafo de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos

¿Cómo es posible que legisladores y legisladoras con “tanta experiencia” no insistieran en que las y los miembros de la Sección Instructora cumplieran con lo establecido en ese párrafo?

¿Por qué dejaron que llegara el momento de la plenaria para que alguien les señalara que no cumplieron con lo que debían hacer? ¿Por qué se limitaron a poner en escena una pantomima legislativa?

Todos y cada uno de los legisladores ayer presentes y que votaron a favor de proteger a Cuauhtémoc Blanco, recorrieron sus distritos, o que esperaron sentados en sus casas a que les cayera del cielo una plurinominal. Pero en campo, enarbolaron propuesta en favor de las mujeres.

Se supone que sus plataformas políticas en 2024 incluían PROPUESTAS EN FAVOR DE LAS MUJERES. Es por eso que merecíamos algo más que esperar hasta la plenaria para que les explicaran que los miembros de la Sección Instructora no hicieron su trabajo a cabalidad.

No dejo de pensar que aquí hay algo podrido:

¿O se encubrió a Cuauhtémoc Blanco o se encubrió a quienes en la Sección Instructora no movieron un dedo para hacer su trabajo?

Y mientras las y los diputados protegieron a uno de los suyos, la víctima sigue haciendo lo que hacemos todas las víctimas:

Callar hasta reventar, denunciar, enfretar el escrutinio y las críticas, guardar en lo más fondo de nuestras almas y corazones el coraje que provocan la humillación y el asco que generan las agresiones de las que fuimos objeto y cargar con el peso de denunciar a alguien a quién protegre un grupo de poder. Un grupo ya sea político o de la misma sociedad que acostumbra normalizar y solapar la violencia.

La Fiscalía de Morelos falló.

La Sección Instructora falló.

Las y los diputados que se quedaron de brazos cruzados hasta que fue demasiado tarde y nos fallaron; solo atinaron a montar una pantomima legislativa.

“No estás solo”.

Esa es la frases que va a retumbarnos a muchos en la cabeza y en el corazón por años. Esa frase retumba porque es verdad: mientras él sigue protegido por su fuero, ella, la “presunta” víctima de Cuauhtémoc Blanco y cientos de miles más enfrentamos un sistema que nos ignora.

No sé a ustedes, pero a mí me revienta que este caso se haya convertido en una pantomima legislativa. En la que el único objetivo era salvar el pellejo de Blanco y no hacer justicia.

Nos revienta que el PRI hable de estar “en favor de las víctimas”. Pues su postura, en la práctica, es un espaldarazo a un presunto agresor.

¡Ya dejen de pretender usar a las madre buscadoras cuando protegene a un “presunto” violador! ¡Tantita madre!

Me revienta que se use el “debido proceso” como pretexto, cuando la verdadera pregunta es: si la carpeta estaba mal, ¿por qué no se corrigió a tiempo? Porque bien pudieron hacer un exhorto, de esos que hacen cientos a diaro.

¿Por qué se permitió que el proceso llegara tan frágil a la plenaria?

¿Esto no es un error técnico una estrategia para dejar a la víctima en el desamparo?

Lo de ayer, en el marco del Día Naranja, es un recordatorio de que el sistema no nos ve. Nos recuerda que el Congreso y sus diputadas nos van a pasar encima cuando así le convenga y proteger siempre a los suyos.

Mientras las instituciones se enredan en sus juegos de poder, las mujeres seguimos esperando una justicia que nunca llega. Pues sí, el nuevo fiscal de Morelos tiene una chance de enderezar el camino recorrido por su antecesor, pero no basta con promesas.

Queremos hechos: que se investigue a fondo, que se escuche a la víctima, que se le quite el “presuntamente” a quien lo merezca. Porque mientras Blanco siga intocable, la víctima seguirá sola, y muchas más optarán por callar, sabiendo que denunciar es gritar al vacío.

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