No, no me refiero a la lluvia de ayer por el frente frío.
No, tampoco a que esté lloviendo sobre su milpita, porque más bien le debería caer una tormenta pronto, pero tampoco es por ahí.
Quiten el “la” y hablemos de Lluvia…
De Lluvia Lima Bonilla.
Por supuesto que si Usted, Señora, Señor, Damita, Caballerito, anexos y conexos, no saben de quién estoy hablando, ahora les explico.
Primero, ¿quién es Lluvia Lima? Pues se trata de la particular de Gonzalo Gutiérrez Gómez, el dirigente del SETEP, al que recientemente acusaron de persecución en contra de algunos de sus compañeros.
¿Por qué vamos a hablar de Lluvia? Porque ella es uno de esos hilos que hay que jalar para desenmarañar el enredo que hay con el asunto de las plazas Tipo C de la SEP. Aunque Usted, no lo crea…
¿Cómo me enteré? Pues porque una fuente que pidió la gracia del anonimato me lo confió.
Todo comienza así, Gonzalo Gutiérrez podrá, presuntamente, perseguir a sus compañeros, pero también, presuntamente, beneficiar a otros.
Y tal vez en este caso, en el del beneficio, no es tan presuntamente.
¡Pausa! Por cierto, ¿pues qué no Gonzalo Gutiérrez era Ingeniero? O es una homonimia, porque ahora el Registro Nacional de Profesionistas corrige automáticamente acentos, o ‘Inge’ es un apodo y siempre fue abogado.
Esa es otra historia, prosigo… para que un maestro logre tener una categoría de PROFESOR TITULADO TIEMPO COMPLETO “A”, tiene que pasar por varios escalafones para llegar.
¿Y eso quién demonios lo dice? Pues la Ley del USICAMM (Unidad del Sistema para la Carrera de Maestras y Maestros), misma que se publicó el 30 de septiembre de 2019 en el Diario Oficial de la Federación.
Si bien la Ley no estipula con exactitud cuántos son los escalafones que hay que completar para poder llegar a una plaza como la de Lluvia, lo cierto es que en la práctica requiere empezar, primero, por una clave de 20 HRS y pasar las 3 categorías que hay, “A”, “B” y “C”.
Después incrementar 10 horas para tener 30 y de ahí pasar las tres categorías “A”, “B” y “C”. Luego, se debe incrementar 10 horas más, para tener las 40 HRS y poder tener la categoría A, con el sueldo que la profesora tiene hoy.
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Y me queda claro que los días de la funcionaria se miden en días de Plutón o más lejos, porque recorrió todo ese camino en ‘un día terrícola’… ¡UN DÍA!
¡ALGUIEN LLAME A LA OFICINA DE LOS RÉCORDS GUINESS!
En un día logró cumplir con todos esos requisitos, pues pasó de una plaza de Analista Especializado “C” con una Categoría P7539, adscrita en Hutzilan de Serdán y de ganar $11,196.66 mensuales a una plaza de Profesor Titulado Tiempo Completo Tipo “A”, Categoría E7813, adscrita al Instituto de Artes Visuales del Estado y con un sueldo mensual de $22,674.24. Detalles que pueden constatar a continuación.
Todo este tiempo, ha estado en las oficinas sindicales, obviamente. Porque además el encargado del Instituto dónde debería trabajar, solo les pide que firmen un rol antes del término de la quincena para “justificar” que sí llegaron.
Pero si la Función Pública se diera una vuelta por ahí, se darían cuenta que no es solo Lluvia, sino varios, los trabajadores que no están en el centro de trabajo en el que están adscritos.
Les voy a dar una pista, son de la Secc. 51 y del SETEP.
La instrucción era que todo el personal sindicalizado devengara sus plazas durante el día y, por la tarde, se presentara en su Sindicato. Pero no es así.
Si a partir del lunes, todo el personal que “está adscrito” al Instituto de Artes Visuales, se presenta a trabajar, probablemente acaben incorporándose más maestros que alumnos. Porque adivinen, ¿dónde están las plazas de esos sindicalizados que practican la aviación? En ese Instituto.
Hace 10 días, corrió la versión de que la funcionaria no cuenta con Cédula Profesional de Licenciatura, pero sí aparece en el Registro Nacional de Profesionistas, no solo con Licenciatura, también con Maestría.
Ese no es el pecado en realidad, el pecado es que haya miles de maestros en este país, luchando por lograr una plaza de ese tipo, aspirando a alcanzar un sueldo como ella, que por años se rompan el lomo y se quemen las pestañas, para que a Lluvia “le sople el viento” de la Rosa de Guadalupe y le hagan el milagro. Y no solo a ella, a varios más en Puebla.
¿Su fortuna? Ser cercana a Gonzalo y este no es el único caso.
El movimiento de la ahora profesora se hizo en 2020, cuándo ya Miguel Barbosa era gobernador. ¿Qué pasó con el no mentir, no robar y no traicionar? ¡Uffffff! Y luego Melitón Lozano dice que “él no fue”…
Esta historia, continuará… ¡Aquí nos vemos!
