El día de ayer, el gobernador electo, Alejandro Armenta dejó a medio círculo rojo con la boca abierta luego de dar a conocer que buscará que en Puebla haya castración química.
Sería maravilloso que hubiera castración química en Puebla y en México, ¿se imaginan?
No va a suceder… sería bueno, pero no va a pasar y no me malinterpreten, quiero dejar en claro que estoy a favor de la medida.
Limitaría a delincuentes como a mi abusador, al que denuncié hace ya varios años, que anda libre por la vida gracias a la ineficiencia de la Fiscalía de Puebla y que, probablemente, está abusando de más niños como lo hizo conmigo.
Que conste que no estoy a favor por venganza, es por prevención, porque un depredador lo es en juventud, en adultez y en vejez. Ese demonio no se extingue con el paso del tiempo.
¿Imaginan que por 40 dólares por inyección, algo así como $830 pesos mexicanos, se pudiera disminuir el deseo sexual de abusadores y violadores? ¡Hagámoslo!
Solo hay tres pequeños problemas:
Problema 1: ¿por qué no puede haber castración química en Puebla ni en México?
La legislación.
De acuerdo con el artículo 22 de la Constitución Polítca de los Estados Unidos Mexicanos, las penas corporales están proscritas:
Art. 22.- Quedan prohibidas las penas de muerte, de mutilación, de infamia, la
marca, los azotes, los palos, el tormento de cualquier especie, la multa excesiva,
la confiscación de bienes y cualesquiera otras penas inusitadas y trascendentales.
Toda pena deberá ser proporcional al delito que sancione y al bien jurídico
afectado.
A eso debemos agregar que México firmó la Convención Americana sobre los Derechos Humanos, lo que implica que nuestro país se comprometió a respetar los derechos y libertades que establece este tratado internacional.
ARTÍCULO 1.
Obligación de Respetar los Derechos
- Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar los
derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio
a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por
motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier
otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier
otra condición social.- Para los efectos de esta Convención, persona es todo ser humano.
Pero, en específico, lo que nos frena es:
ARTÍCULO 5. Derecho a la Integridad Personal
- Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y
moral.
Problema 2: la naturaleza del abuso sexual y la violación
Todos los que están leyendo este monólogo y su servidora somos adultos, a veces yo un poco menos que todos, pero somos adultos, así que usemos la palabras como debemos usarlas.
Un abusador sexual o violador no solo tiene deseos físicos, no solo está buscando una erección o una eyaculación. Lo que un abusador sexual o violador busca en muchas ocasiones es el control de la víctima y la satisfacción que le provocan tanto el dolor como el sufrimiento de la persona atacada.
Ergo, el aplicar antiandrógenos a un violador o un abusador no garantiza que pare de delinquir.
Además la medida tendría que ser aceptada por el imputado —por no decir el hijo de puta— y de hacerlo, el estado debe garantizarle no solo el químico periódicamente, porque su latencia farmacológica es limitada, también debe recibir atención sicológica permanente… ¿México y Puebla tienen dinero y cuentan con la infraestructura para eso?
Asumiendo que fuera jurídicamente viable, aplicarían la inyección que limitaría a los que delinquen por placer sexual, pero habría un porcentaje de los que no usan el pene al momento de cometer el delito y que no van a parar con una inyección.
Entonces la medida sería ineficaz, insuficiente, violatoria de derechos humanos y falible.
Problema 3: ¿y las abusadoras y violadoras?
Hasta el momento no existe un agente químico que reduzca la líbido de las agresoras mujeres o personas con vagina.
Porque, seamos realistas, en México y en todo el mundo también hay abusadoras y violadoras, en menor porcentaje, sin duda, pero esos no son delitos privativos de hombres o de personas con pene.
Y a ellas, ¿cómo les van a reducir la líbido?
La declaración vende, sin duda, pero, seamos realistas… no va a suceder.
Mejor enfoquémonos en lo que sí.