Ese fue el comentario que corrió entre las mesas cuando entraron a la Hacienda La Carlota un hombre moreno y barbado de guayabera negra, otro rubio de guayabera blanca, seguido de uno más, de lentes… ¡Ahí vienen los Mier!
El camino para llegar está bastante complicado, las obras y un accidente frenaban el trayecto a Tehuacán e hicieron mucho más lagro de lo normal el viaje. Un recorrido de dos horas se convirtió en uno de cuatro. Incluso podía ser de más tiempo si no se cortaba por Palmarito, que, además, tiene varias calles cerradas por obras.
“¡Estamos perdidas… perdidas… perdidas!”, gritamos Yonadab Cabrera y yo, hasta que vimos pasar en una camioneta. En ella iban Luis David García, Edmundo Velázquez, Mario Alberto Mejía y Nacho Juárez. Y decidimos seguirlos, porque sí nos perdíamos, ya éramos seis y no solo dos.
Así avanzamos hasta llegar al evento del momento.
El acceso fue bastante ágil, logramos sentarnos en nuestra mesa cerca de las 2:30 pm.
El evento presidido por uno de los gobernadores que más rápido se ha ganado el cariño de la gente, Sergio Salomón Céspedes estuvo arropado por legisladores locales y por miembros del Poder Judicial. Cuidó que estuvieran todos los que debían, ni más, ni menos.
Martha Ornelas se convirtió en la gran heroína del evento, repartiendo abanicos para mitigar el intenso calor que se sentía.
Unos quince minutos después, las miradas comenzaron a girar a la entrada y a seguir el avance de tres hombres que llegaron al lugar.
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Eran Ignacio Mier Bañuelos, presidente de Tecamachalco, Moisés Villaverde Mier y Julián Ventosa.
Mucha gente se levantó a saludarlos, legisladores, magistrados, alcaldes, funcionarios, dueños y directores de medios y todo el que pudo. Mucha de esa gente que antes les dio la espalda y que incluso trató de destruirlos, se acercó para tender puentes.
No todos lo conocían personalmente, pero ayer, el hombre al que tantas plumas le han dedicado tinta y tiempo, muchas sin conocerlo, el más enigmático de los Mier y probablemente el más perseguido, apareció en público: Moisés Arturo.
Los operadores más cercanos a uno de los aspirantes a la Coordinación de los Comités de Defensa de la 4T, aparecieron en la comida. No así los de los otros seis aspirantes.
Las señales fueron claras para quién las quiso ver y también para quién no quiere verlas, pero no lo admiten.
Y no, evidentemente no se colaron, los invitaron y los recibieron muy bien.
¡Ahí vienen los Mier!