Quienes ostentan el poder deben enfocarse en construir realidades que lleven al bien común y no solo en conservarlo sin importar los costos.
La trama es sencilla, lógica, pero con una perspicacia que despierta el morbo. Imagino que muchos ya la conocen, pero, por si no, hago un resumen.
Una persona ya mayor, que a través de los años ha creado un imperio y goza de muchísimo poder, dice estar listo para que lo releven. Sus más cercanos, quieren su posición de poder, y por más unión que quieran aparentar, están dispuestos a todo para lograrlo.
Intrigas, bajezas, traiciones, todo lo ven como viable si eso les ayuda a conseguir su objetivo.
El anciano poderoso, se niega a dejar el poder, se aferra a él aún cuando eso implique incluso problemas de salud, particularmente del corazón. Por ello, teje una trama en donde, con sus reglas promete que cederá el poder, pero no quiere hacerlo, sin importar los costos.
Todo parece indicar que hay una persona elegida para el relevo, pero este adulto mayor poderoso, a varias personas les hace guiños dejando entre ver que tienen posibilidades. Quiere asegurar que, quien se quede en su lugar, no solo continúe su legado. Sino que le sea servil y le ofrezca la posibilidad de seguir mandando y que sea él quien, sin estar al frente. Y así siga teniendo todo el poder.
Ya no interesa la estabilidad o bienestar de las personas sobre quienes tienen el poder, sino el tenerlo y ya, y se valen incluso de las más corruptas estrategias para lograrlo. Siempre mostrando una cara de bondad y hermandad, pero dispuestos a cualquier traición para conseguirlo.
Las complejas situaciones, los enredos, las intrigas y los giros de tuerca inesperados son ingredientes que hacen que se esté a la expectativa de esta historia y se vuelva incluso adictiva, más por el morbo que por el morbo de fondo, que por la estructura de forma.
Como muchos y muchas supieron, hablo de la serie Sucesión, que está en la plataforma de HBO/MAX, la cual recomiendo ampliamente.
Cualquier parecido con alguna realidad, es mera coincidencia.
Rescoldos.
Dicen que muchas veces la realidad supera la ficción. Está en los ciudadanos y ciudadanas que construyamos realidades de solidaridad, empatía y bienestar para que el bien común deje de ser ficción y se vuelva cotidianeidad.