El 14 de junio de cada año, se conmemora el Día Mundial del Donante de Sangre.
Es un tema sensible para mí, pues he visto en primera fila la desesperación de papás y mamás por no encontrar donadores de sangre para sus hijos o hijas que al padecer cáncer, están urgidos de una donación. Personas en condición de extrema pobreza que vienen de comunidades alejadas.
Una medicina se puede comprar, comida se puede preparar, los estudios clínicos pueden pagarse, pero la sangre… la sangre solo se puede obtener mediante una donación directa de quien tenga el mismo tipo de sangre que quien la necesita.
La definición aristotélica de política es “bien común”. Ojalá, que puedan surgir muchos donadores y donadoras que de forma altruista donen sangre a quien más lo necesita. Pocas acciones hablan tanto de “bien común” como ésta.
Hay muchos mitos respecto a la donación de sangre. Que si tienes un tatuaje o perforación no puedes donar, que si padeciste tal enfermedad no puedes donar, que vas a “desgastar” tu cuerpo, que se estará “débil” durante mucho tiempo, incluso, alguna vez escuché decir que al donar sangre “se iba una parte del alma”. Lo seguro, es que nos falta mucha información, que lo correcto es ir con algún especialista que evalúe el caso particular. La mayoría de las personas, aún con situaciones que pensaríamos que nos impedirían hacerlo, sí podríamos donar sangre o plaquetas.
Invito a conocer más del tema, a informarnos de manera correcta de fuentes válidas. Invito a que cada vez seamos más las personas que de manera altruista podamos donar sangre o plaquetas. Donar sangre es fácil, rápido, seguro y tiene el mayor impacto: la vida.
Rescoldos.
Si quieres donar sangre y salvar vidas, contáctame. Yo te ayudo a que puedas hacerlo directamente para niños y niñas que padecen cáncer y que tienen condiciones de extrema pobreza. Dar un poquito de ti, a los niños y niñas les salva la vida, a ti te la cambia.