Pepito siempre fue popular, protagonizó chistes, cuentos e historias. Muchos se pudieron reír de él, o incluso menospreciarlo, pero nadie podía negar su astucia y habilidad.
Pues Pepito llegó a la universidad. Se destacó por su liderazgo siempre en oposición al sistema, al consejo universitario y a la rectoría.
Capitalizando su popularidad y la simpatía que tenía en muchos de los alumnos, intentó ser presidente del consejo universitario cuando estaba en séptimo semestre. Perdió y alegó fraude. Incluso hizo un plantón en el pasillo principal de la universidad.
En octavo semestre volvió a competir por la presidencia del consejo universitario y volvió a perder. En esta ocasión dijo que perdió porque su rival era el guapo y popular de la uni.
Ya como última oportunidad, compitió una vez más en noveno semestre, y esta vez con diversas estrategias consiguió la mayoría de los votos y logró ser el presidente del consejo universitario.
No hablaré de lo que hizo en su puesto, sino de lo que planeó cuando ya se le acababa el ciclo escolar y habría elecciones para un nuevo presidente del mencionado consejo.
Quería que su amiga Chuchita fuera su sucesora, pues siempre le había sido leal, obediente y podría seguir influyendo en ella ya fuera de la universidad.
Sabía que muchos de los que votaron por él estaban decepcionados de su planilla, y que votarían por quien fuera el contrincante de Chuchita.
Entonces, Pepito, astuto como es, pensó en darles una alternativa a ese grupo grande de decepcionados de su planilla para que no fuera a votar por la oposición.
Pensó para esa alternativa en su amigo Marcelino. Pero, para no hacerlo tan descarado, fingió que haría un proceso democrático para elegir a quien sería el candidato de su planilla.
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Desde el principio sabía que sería Chuchita, igual sabía que Marcelino perdería, pero había dado instrucciones para que al perder protestara y se fuera a la planilla del Movimiento Limón.
De esta manera, debilitaría mucho el voto a la planilla opositora y aseguraría el triunfo de Chuchita. Y en caso remoto, que el talento y capacidad de Marcelino le ganara a la apatía y falta de carisma de Chuchita, pues Marcelino es y siempre será su carnal.
Vaya que Pepito es astuto, por eso siempre ha protagonizado los chistes, historias y cuentos desde tiempos inmemorables.
Ojalá que los universitarios tomen consciencia, se informen y participen en la vida pública de su universidad, pues solo así se podría aspirar a tener una universidad de clase mundial.
Rescoldos.
Obviamente en esta columna hablo de Pepito en la universidad, cualquier coincidencia con el parecido, es pura realidad. Solo recomiendo que hagamos lo que deben hacer los universitarios: informarnos y participar.
Rafael Reyes Ruiz
@RafaActivista
rafaactivista@gmail.com
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