Se cuenta que todos en las casas conservadoras festejaron el triunfo de Wendy Guevara, no sin antes aclararnos que era un “individuo” o un “ser humano” grandioso, sin reconocer que ES UNA MUJER y aunque no les haya gustado a muchos de mis tíos, van a tener que soportar que lo es.
Puede gustarnos o no, pero La Casa de los Famosos fue todo un fenomeno social, televisivo y en redes, la gran mayoría de la población mexicana estuvo pendiente del triunfo de Wendy Guevara y aunque muchos lean esto con cara de “no sé de qué me estás hablando”, claro que saben de lo que se estoy hablando en menor o mayor medida.
Gran mayoría de la comunidad LGBTTTIQ celebramos con gusto que una mujer trans fuera acogida y querida por una sociedad machista, transfóbica y conservadora. Aplaudimos la gracia y originalidad de Wendy y empatizamos con su historia, las violencias que sufrió y contó en el reality. Sin embargo muchas personas ahora quieren verla como un “ícono de lucha” o “activista” y es ahí donde debemos poner una pausa a toda esta euforia.
Y es cierto que no estoy soportando que Wendy carona ya sea ganadora, pero a veces pareciera que la lucha por la visibilización es un “producto” en el que nunca antes se había puesto tanto empeño en reconocerlo. Y no es que esté mal, pero al final siempre entraremos de lleno en terreno pantanoso. Porque el concepto de “problema” resulta impreciso y cualquiera que sea el método de abordarlo siempre parecerá superficial.
Claro que la representación y aceptación de una mujer trans en una sociedad como la nuestra es importante. Pero no olvidemos que no fue la única mujer querida, antes de ella por ejemplo, estuvo Alejandra Bogue, quizás no con la misma magnitud del fenomeno pero ya habían existido mujeres trans queridas en el medio.
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Es importante identificar una problemática social, pero esto no significa conformarse con descubrirla y exponerla. Hay también que asumirla, sino entonces solo nos dedicaremos a abrir debates que no llegaran al cambio social.
Y no es que quiera demeritar el triunfo de Wendy Guevara, pero sí dejar claro que ¡visibilizar no es resolver! Porque no solo se trata de “atraer personas” a la causa. Eso a veces solo genera aceptación y no el etendimiento de los problemas reales que se viven en una sociedad machista y transfóbica.
¿De qué sirve ver si no somos capaces en alguna medida de resolver? Por sí sola, la maniobra de visibilizar para atraer voluntades peca de inocencia y de complejo de salvador. Porque no basta con nombrar el problema para que éste automaticamente tenga solución.
Así que amamos que Wendy Guevara haya ganado, pero ahora toca avanzar en otro punto más y eso no le toca a ella, nos toca a nosotros, y “Nimodérrimo”. Porque no basta la visibilización para combatir los problemas hay que buscar generar los cambios. Ese es el improtante reto que se impone tras la visibilación.
Nos leemos en la siguiente columna, mientras recuerden que una mujer trans sí gano y ¡Soporten, panzonas!
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