Ya lo diría Ita en su columna de los Monólogos de Ménade “El rito de la sucesión aplica para cualquiera y en cualquier ámbito”, pero queridos lectores, en ese rito, caras vemos, aspiraciones políticas no sabemos.
Me pregunto cuántos de los aspirantes a obtener un puesto político no nos han mentido, se han dicho aliados, han abanderado causas feministas, discursos de la comunidad pero sobre todo han prometido no buscar un puesto más grande hasta que cumplan los años en el que tienen.
Pareciera que apenas estamos en vísperas de la temporada más complicada para la política mexicana “tiempos electorales”, sin embargo estas máscaras se fueron colocando desde el 2021, cuando de manera anticipada se destaparon las tan famosas “corcholatas”.
En ese año muchos jugaban con otras caras, caras de aliados políticos y de actores que harían detonar cambios importantes en el país, pero como todo en política o al menos así lo que aprendí de House of Cards, eso son solo máscaras que funcionan para obtener un puesto más grande llegado el tiempo, una aspiración distinta a lo que se promete cuando se obtiene el primer peldaño de la meta.
En esta columna podría mencionarles muchos, desde Xochitl Galvez que ha dejado atrás el pañuelo verde que un día portó con orgullo, Samuel García que prometió no hacer lo mismo que el Bronco y terminar su periodo de gobierno, hasta el ex ministro de la SCJN, Arturo Zaldivar.
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Y es que su renuncia abre la puerta para que Andrés Manuel López Obrador pueda colocar a un nuevo magistrado que defienda los intereses de la 4T en la Corte, luego de qué Norma Piña se ha inclinado al bloque conservador.
Pero bueno, aún queda mucho de la fiesta de máscaras a las que hemos sido invitados, lo que llamamos Elecciones 2024, esperando que no solo nos quedemos como observadores sino como actores principales, porque con máscaras o no, nos toca no dejar el poder en manos de esos pocos.
Nos leemos en la siguiente columna, no sin antes recordarles que en esta temporada electoral todos van a colocar su mejor cara para poderlos ver como queremos y presumir esa cara; pero recuérdenlo que caras vemos, intenciones no sabemos.
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