Las Universidades del Bienestar prometieron educación para todos, pero su realidad está llena de irregularidades, edificios vacíos y preguntas sin respuesta.
El ambicioso proyecto de las Universidades del Bienestar, creado con una inversión de 4 mil millones de pesos, está en el centro de un escándalo.
Diseñadas para llevar educación superior a comunidades marginadas, muchas de estas instituciones no existen o funcionan en condiciones precarias, según investigaciones recientes.
Universidades del Bienestar fantasma y espacios improvisados
Algunas sedes, como la de Milpa Alta, operan en casas de cultura, mientras que otras, como la de Magdalena Contreras, son terrenos baldíos cubiertos de árboles.
Según Martha Castro, experta en educación, “no hay una sola universidad que no tenga irregularidades”.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP
Un reporte de Fuerza Informativa Azteca constató que varias direcciones oficiales corresponden a edificios vacíos o abandonados. La sede Cuauhtémoc, por ejemplo, está desierta, sin rastro de actividad académica.
Un presupuesto millonario sin resultados
Leonardo Núñez, director de MCCI, señala que estas universidades “operan en la ilegalidad”.
Los 4 mil millones de pesos invertidos no han producido los resultados prometidos. Este dinero podría haber financiado más de 900 mil sesiones de quimioterapia o un millón de sesiones de hemodiálisis.
¿Y ahora qué? La exigencia de transparencia
La falta de infraestructura, estudiantes y docentes en estas universidades evidencia un fracaso que exige respuestas.
Este proyecto, presentado como una solución educativa, expone la importancia de la rendición de cuentas en el uso de recursos públicos y deja la pregunta abierta: ¿dónde están los 4 mil millones?