La construcción del Tramo 7 del Tren Maya, una de las obras emblemáticas del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, enfrenta un nuevo escándalo. Testimonios recabados por Latinus aseguran que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) habría adquirido y suministrado combustible ilegal, conocido como “huachicol”, a las máquinas utilizadas en esta sección, provocando daños millonarios y retrasos significativos en la obra.
Ejército acusado de usar “huachicol” en la construcción del Tramo 7
Cientos de máquinas afectadas
Empresarios, supervisores y operadores de equipo pesado que trabajaron en este tramo reportaron que cientos de máquinas sufrieron graves daños debido al uso de diésel adulterado, suministrado por pipas contratadas por los militares.
Según los testimonios, a mediados de 2023 varias máquinas quedaron inoperantes durante semanas, causando pérdidas económicas importantes y retrasando los trabajos de construcción, que debían concluir antes de que finalizara el mandato del presidente López Obrador.
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Un empresario afectado aseguró:
“Se echaron a perder las máquinas al mismo tiempo. El combustible adulterado provocó un daño irreversible en los motores y una suspensión de semanas en las actividades”.
Audios incriminatorios y conexiones políticas
El periodista Carlos Loret de Mola, en colaboración con la periodista Isabella González, presentó audios que revelarían la existencia de una red organizada para la compra y distribución de “huachicol”.
En estas grabaciones, integrantes de “El Clan” —un grupo con supuestos vínculos cercanos a los hijos del presidente— admiten haber adquirido combustible ilegal y coordinado su distribución en las obras del Tren Maya.
En uno de los audios, Amílcar Olán, integrante de “El Clan”, dialoga con un empleado sobre los costos del combustible:
Amílcar Olán: ¿Qué otra cosa han gastado por allá?
Empleado: Pagué diésel, 200 litros… ahorita que se compra huachicol son 4 mil 400.
En otra llamada, los hermanos Amílcar y Luis Alberto Olán reconocen las compras de combustible adulterado y discuten los costos más bajos del diésel ilegal en comparación con el facturado.
Implicaciones graves
Este caso no solo expone posibles irregularidades en la ejecución de una obra clave del actual gobierno, sino que también cuestiona el manejo de recursos por parte del Ejército, encargado de liderar la construcción del Tren Maya.
Además, los vínculos señalados entre los operadores de estas redes y figuras cercanas al presidente amplifican la polémica.
Los daños provocados por el uso de “huachicol” representan un golpe tanto a las finanzas públicas como a la credibilidad de la administración federal, que había prometido terminar el proyecto en tiempo y forma.
Reacciones y posibles consecuencias
Hasta el momento, la Sedena no ha emitido declaraciones oficiales sobre las acusaciones. Por su parte, la oposición ha exigido una investigación a fondo, señalando que este caso evidencia la falta de transparencia en la ejecución de megaproyectos.
El Tren Maya, que busca conectar la península de Yucatán y fomentar el desarrollo en la región, enfrenta ahora uno de sus mayores desafíos: demostrar que puede cumplir con las expectativas en medio de crecientes cuestionamientos sobre corrupción y manejo irregular de recursos.