Documentos del Pentágono filtrados en un chat de Discord muestran que existe una disputa con las Fuerzas Armadas. Entre la Secretaría de la Defensa (Sedena) y la Secretaría de Marina (Semar), de la cual la frustración final del Almirante José Rafael Ojeda Durán, titular de la Semar, sobre la posibilidad de que el Ejército Mexicano tomara el control del espacio aéreo mexicano.
Los documentos enfatizan que las tensiones entre las fuerzas armadas podrían escalar.
La publicación de la situación respecto a la Sedena y la Marina fue publicada por el diario estadounidense The Washington Post, donde se mencionó que se conoció a partir de filtraciones realizadas por Jack Texeira en un chat de Discord.
En los documentos filtrados, se encuentra una evaluación por parte de oficiales militares estadounidenses de las consecuencias de la toma de control y administración de la aviación civil por parte del Ejército Mexicano.
Según el diario estadounidense, México ha redesplegado sus fuerzas armadas para combatir a los narcotraficantes y grupos criminales en el país. En la actual administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), los militares tuvieron que ampliar sus funciones civiles.
“México ha desplegado sus fuerzas armadas para combatir a los narcotraficantes y grupos criminales del país, y bajo el presidente Andrés Manuel López Obrador, los oficiales militares han asumido una cartera cada vez mayor de roles civiles” comentó
AMLO y las Fuerzas Armadas
La confianza del presidente Andrés Manuel López Obrador en las Fuerzas Armadas no solo se refleja en que les ha asignado más de 200 tareas civiles como seguridad pública, obras de construcción, distribución de vacunas, distribución de libros de texto gratuitos
Así como control migratorio, sino también en brindar recursos por valor de millones de dólares.
Según el informe, existe el pronostico de un potencial empeoramiento de las tensiones entre la Sedena y la Marina
“una disputa que probablemente exacerbará su rivalidad existente y disminuirá aún más su capacidad de realizar operaciones conjuntas”.
Fue así que lo señalado por Washington Post refiere que no existieron indicios de que el artículo informativo se produjera de escuchas telefónicas estadounidenses o intercepciones de las autoridades mexicanas.
Uno de los funcionarios de la Embajada de México en Washington se negó a comentar con el Washington Post.