En la madrugada del 27 de marzo, diversas regiones de México se vieron afectadas por una serie de sismos de magnitudes variadas.
El Servicio Sismológico Nacional (SSN) registró actividad sísmica en puntos dispersos del país, generando preocupación entre la población.
Temblores en la madrugada del 27 de marzo
El sismo más notable, con una magnitud de 4.1 en la escala de Richter, ocurrió a las 03:41:19 hora local, localizándose a 81 km al noreste de Matías Romero, Oaxaca, con una profundidad de 143.4 km.
Este evento se sintió en áreas circundantes, aunque no se reportaron daños significativos ni víctimas.
Otro sismo destacado tuvo lugar a las 04:11:57, con una magnitud de 3.8 y epicentro a 117 km al suroeste de Tonalá, Chiapas, a una profundidad de 16.1 km.
A pesar de su magnitud, no se reportaron consecuencias graves en la región.
Además, se registraron otros movimientos telúricos, como un sismo de magnitud 3.5 a las 03:53:39, localizado a 33 km al suroeste de Pinotepa Nacional, Oaxaca, con una profundidad de 10.2 km.
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Así como un sismo de magnitud 3.3 a las 02:15:31, ubicado a 16 km al suroeste de Cintalapa, Chiapas, con una profundidad de 133.7 km.
Estos eventos también se sintieron en las zonas cercanas, aunque no se informaron daños importantes.
Por otro lado, se reportaron dos sismos más tempranos, uno de magnitud 3.2 a las 04:53:01 a 16 km al noroeste de Coyuca de Benítez, Guerrero, con una profundidad de 51.3 km.
Otro de magnitud 2.9 a las 04:43:33 a 44 km al noroeste de Santa Rosalía, Baja California Sur, con una profundidad de 5 km.
Afortunadamente, no se reportaron consecuencias graves derivadas de estos eventos.
Las autoridades locales instan a la población a mantener la calma y permanecer alerta ante posibles réplicas.
Se recomienda seguir las indicaciones de protección civil y tener preparado un plan de emergencia en caso de futuros sismos.
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