En las primeras horas del sábado, dos sismos de moderada magnitud se registraron en el sur y este de México, según informó el Servicio Sismológico Nacional (SSN).
Aunque no se han reportado daños materiales significativos ni víctimas, los eventos sísmicos generaron preocupación entre los habitantes de las zonas afectadas.
El primero de los sismos ocurrió a las 03:57 horas, con una magnitud de 4.1. El epicentro se localizó a 16 kilómetros al este de José Cardel, Veracruz, con una profundidad de 16.5 kilómetros.
Este movimiento telúrico fue perceptible en varias localidades de la región, sin que se reportaran emergencias mayores.
Las autoridades locales han llamado a la calma, asegurando que se mantienen alertas ante cualquier réplica o nueva actividad sísmica.
Poco después, a las 06:29 horas, un segundo sismo de magnitud 4.2 se sintió en el estado de Oaxaca.
El epicentro se ubicó a 116 kilómetros al sureste de Salina Cruz, con una profundidad de 17.5 kilómetros.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP
Este temblor también fue percibido por la población cercana, aunque no se han registrado incidentes significativos.
Los sismos en estas regiones son relativamente comunes debido a la compleja interacción de las placas tectónicas de Cocos y Norteamérica.
Temblores sacuden el sur y este de México
Sin embargo, la cercanía de los epicentros a zonas habitadas siempre genera alerta entre la población.
Las autoridades de Protección Civil en ambos estados han reiterado la importancia de mantenerse informados y seguir las recomendaciones de seguridad en caso de sismos.
Además, han instado a la población a revisar sus planes de emergencia familiar y a tener listas sus mochilas de emergencia.
Mientras tanto, el SSN continúa monitoreando la actividad sísmica en el país y proporciona actualizaciones periódicas sobre cualquier nuevo evento.
Se recomienda a la población mantenerse atenta a las comunicaciones oficiales y evitar la propagación de rumores o información no verificada.
Los eventos de esta mañana nos recuerdan la importancia de estar preparados y conscientes de los riesgos naturales en nuestro país, así como de la resiliencia y solidaridad de nuestras comunidades ante estos fenómenos.