La decisión del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de rechazar el uso del avión presidencial que adquirió su predecesor, Enrique Peña Nieto, ha sido un tema de discusión constante en el país, y ahora comprará un avión de 6.3 mil mdp.

Recientemente ha surgido una nueva controversia en torno al transporte estratégico presidencial, por que por que la dependencia federal solicitó recursos para la compra de un avión con un costo de 6.3 mil mdp.

El exdiputado y economista Mario Di Constanzo ha planteado preocupaciones sobre la posible compra de una aeronave por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en el año 2024. Según el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación Ejercicio Fiscal 2024, la Sedena ha solicitado recursos para la adquisición de una aeronave destinada al transporte estratégico presidencial y del Estado Mayor.

Puedes consultarlo aquí https://www.ppef.hacienda.gob.mx/work/models/7I83r4rR/PPEF2024/oiqewbt4/docs/07/r07_pir.pdf

¿Cuánto costará el dichoso avión?

El costo estimado de esta aeronave y su equipo asciende a la asombrosa cifra de 6 mil 370 millones 977 mil 714 pesos. El documento también menciona un horizonte de arrendamiento de 15 años, con pagos anuales promedio de 45 millones de pesos para operación y mantenimiento, así como pagos anuales de arrendamiento que oscilan entre 4.6 millones y 451.4 millones de pesos.

Lo que genera aún más inquietud es el hecho de que esta misma solicitud de aeronave ha aparecido en los presupuestos de egresos de la Federación desde al menos el año 2017, cuando Enrique Peña Nieto ocupaba la presidencia. Esto sugiere la posibilidad de que esta aeronave sea el mismo avión presidencial que fue vendido recientemente al gobierno de la República de Tayikistán y que, aparentemente, se continúa pagando.

La controversia en torno a este asunto gira en el presidente López Obrador, quien ha sido elogiado por su enfoque austero y su renuencia a utilizar el avión presidencial, cambiará su postura y comenzará a utilizar una aeronave privada, puesto que comprará un avión de 6.3 mil mdp. Los críticos argumentan que esto podría representar una contradicción con sus principios de austeridad y frugalidad.

En conclusión, la controversia sobre la posible compra de una aeronave para el transporte presidencial en 2024 plantea interrogantes sobre la política de gasto del gobierno mexicano y la coherencia de las decisiones presidenciales en cuanto a la utilización de aeronaves. La transparencia y la explicación clara de los motivos detrás de esta solicitud son esenciales para tranquilizar a la opinión pública y evitar malentendidos sobre el compromiso del presidente López Obrador con la austeridad y la eficiencia gubernamental.

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