En las primeras horas del 15 de agosto de 2024, diversas regiones de México experimentaron una serie de sismos de baja magnitud, sin que se reportaran daños significativos ni víctimas.
Estos eventos telúricos, con magnitudes que oscilan entre los 2.7 y 3.8 grados en la escala de Richter, ocurrieron en diferentes estados del país.
El primer sismo registrado ocurrió a las 00:26 horas, con una magnitud de 3.4, a 35 km al suroeste de Cihuatlán, Jalisco, a una profundidad de 3.2 km.
Posteriormente, un sismo de 3.6 grados se sintió a las 00:47 horas, 106 km al sureste de Salina Cruz, Oaxaca.
Los movimientos telúricos continuaron durante la madrugada, destacando un sismo de 3.8 grados a las 03:07 horas, 12 km al sur de Arcelia, Guerrero, con una profundidad de 55.1 km.
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Otro sismo notable ocurrió a las 04:00 horas, 230 km al oeste de Cihuatlán, Jalisco, con una magnitud de 3.8 y una profundidad de 10 km.
En Oaxaca, se registraron varios sismos, incluido uno de 3.6 grados a las 03:10 horas, 33 km al oeste de Tehuantepec, con una profundidad de 15.5 km.
Otro de 3.3 grados a las 04:50 horas, 7 km al sur de Puerto Escondido, con una profundidad de 11.4 km.
Otros sismos de menor magnitud ocurrieron en Baja California, San Luis Potosí, Veracruz, Michoacán y Baja California Sur.
Con profundidades que variaron desde los 3 km hasta los 148.3 km.
Una serie de sismos de baja magnitud
A pesar de la frecuencia de estos sismos, las autoridades no han reportado daños materiales ni afectaciones mayores.
Sin embargo, los eventos son un recordatorio constante de la actividad sísmica que caracteriza a México.
Un país ubicado en una de las zonas de mayor actividad tectónica del mundo.
Las autoridades recomiendan a la población estar siempre preparada y seguir las indicaciones de protección civil en caso de un sismo de mayor magnitud.