El Senado de la República aprobó reformas constitucionales para sancionar las actividades relacionadas con vapeadores y la producción de fentanilo ilícito, con 86 votos a favor y 39 en contra.
Estas modificaciones, que impactan los artículos 4° y 5° de la Constitución, han generado controversia por sus implicaciones en la libertad personal y su trasfondo político.
Senado prohíbe vapeadores y fentanilo ilícito
Detalles de la reforma
La iniciativa prohíbe toda actividad vinculada con cigarrillos electrónicos, vapeadores y dispositivos análogos, así como la producción, distribución y comercialización de fentanilo ilícito y otras drogas sintéticas no autorizadas.
Además, establece restricciones a cualquier actividad profesional, comercial o industrial relacionada con estos productos.
Los legisladores que apoyaron el dictamen argumentaron que esta medida fortalece la seguridad pública, combate al crimen organizado y protege la salud de la población. Enrique Insunza, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos, subrayó:
“Estamos enviando un testimonio claro de la posición del Estado mexicano frente al concierto internacional de que la protección y el bienestar de todas las personas son la razón de ser de las instituciones”.
Críticas y oposición
La oposición expresó su descontento, señalando que la reforma busca enviar un mensaje político al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, más que atender la realidad mexicana. El panista Ricardo Anaya acusó hipocresía en la prohibición específica del fentanilo:
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“¿Por qué prohibieron el fentanilo en la Constitución, pero no la cocaína, la heroína o las metanfetaminas? Esto es una falta de respeto brutal para mandarle un mensaje a Donald Trump”.
La senadora del PAN Susana Zataraín criticó la intromisión en las libertades individuales y calificó la medida como arcaica. Añadió que la propuesta surgió más por un tema personal del expresidente López Obrador.
Por su parte, la priista Carolina Viggiano presentó una reserva para sustituir la prohibición por regulación, argumentando que equiparar el fentanilo con los cigarrillos electrónicos en la misma reforma era un error. Sin embargo, la reserva fue rechazada.
Amalia García, de Movimiento Ciudadano, también rechazó la reforma y recordó las consecuencias negativas del prohibicionismo, como el aumento del consumo, el fortalecimiento de los cárteles y la corrupción:
“Lo que se ha provocado con el prohibicionismo es que crezcan los cárteles, aumente el consumo y la corrupción”.
Impacto y cuestionamientos
El debate no solo ha puesto en la mesa las implicaciones de la prohibición en términos de libertades individuales, sino también el uso de la Constitución como herramienta política.
La decisión plantea interrogantes sobre si esta medida será efectiva para combatir problemas como el tráfico de drogas o si derivará en más retos para la seguridad pública y el respeto a los derechos ciudadanos.