Aseguró haberse reunido en dos ocasiones con él, la primera en un restaurante llamado Champs-Élysées en la CDMX, en la que le entregó $ 3 millones, la segunda fue $ 2 millones.
Zambada ya no está encarcelado y se ve más saludable que en el juicio del Chapo. Tiene una barba delgada, cejas oscuras, complexión pesada, bien afeitado.
Vestía una chaqueta marrón claro con una corbata a rayas. Se le vio cómodo, recargado en su silla, hablando con un acento nasalmente sinaloense.
Describió la jerarquía del Cartel de Sinaloa y cómo funcionaba el negocio de la cocaína. Calculó que el cártel enviaba cerca de 100 toneladas por mes a los EE. UU., por un valor de $ 2.8-3 mil millones.
El cartel comenzó a crecer durante la era de Vicente Fox: “Todos los días del sexenio se hizo más fuerte”.
Rey Zambada testificó que un asociado de Arturo Beltrán-Leyva le dijo que Genaro García Luna estaba recibiendo pagos mensuales de $1.5 millones para ayudar al Cartel de Sinaloa, esto mientras estuvo a cargo de AFI. Los miembros del cártel “usaban uniformes de la AFI, salían y hacían arrestos y se involucraban en peleas”.
“Se podía trabajar mucho, había mucha seguridad, se apoyaba con los combates y los sicarios, era muy importante”. Aseguró Zambada al aclarar por qué García Luna era tan importante para ellos.
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Después de que Rey sobornara personalmente a García Luna en 2006 declaró:
“Dijo que no hay problemas con mi hermano (El Mayo), que se aseguraría de que no tenga procesamientos ni investigaciones directas”.
Además le dijeron que Arturo Beltrán Leyva tenía un arreglo similar.
Zambada aprovechó el tiempo frente a la corte para describir la corrupción en todos los niveles del gobierno de México.
Luego de sobornar a García Luna, le dijeron que “le iba a dar protección a mi hermano (El Mayo), no lo va a molestar, va a seguir trabajando como hasta ahora”.
El contrainterrogatorio continuó después de la pausa para el almuerzo.
Genaro García Luna le dijo al juez Cogan esta mañana que no testificará en su propia defensa. No está claro si la defensa planea llamar a algún testigo, o simplemente esperar que la fiscalía no haya hecho lo suficiente para probar la culpabilidad más allá de una duda razonable con todo el testimonio del cooperador.
Rey Zambada testificó que al inicio del sexenio de Calderón pagó un soborno de $350,000 para conseguirle a uno de sus hombres, Edgar Vayardo, un trabajo en la SIEDO de México, los investigadores federales del crimen organizado.
El dinero, dijo, era para el sobrino de García Luna, Víctor Hugo García.
Además declaró que pagó tres veces $ 100,000 dólares para obtener promociones de Vayardo dentro de SIEDO, y el dinero fue para el sobrino de García Luna:
“Cuanto más poder tenía, más promociones y más poder podía tener para beneficiar al cartel. Proporcionó información sobre investigaciones y también ayudó con la seguridad”.
A cambio de pagos mensuales de $350,000, Vayardo le pasaba información a Rey: “A veces, cuando las autoridades se llevaban nuestros trabajos, nos decía que la DEA los había incautado… Lo escuché hablando con agentes de la DEA por la radio 2- 3 veces.”
Ya en el contrainterrogatorio, la defensa sacó a relucir una historia horrible en la que Rey y el Cartel de Sinaloa asesinaron a un comandante de policía al tocar su puerta y decir que su hijo había sido atropellado por un automóvil en la calle.
Cuando el hombre salió corriendo a comprobarlo, le dispararon.
Rey Zambada regresará mañana para más testimonios. Fue combativo en el contrainterrogatorio, a menudo negándose a responder preguntas de sí o no.
Trató de minimizar su papel en los asesinatos del cártel diciendo: “Conspiré”.
El abogado César de Castro, miembro de la defensa, se mostró frustrado por momentos.
Rey trató de decir que nunca quiso involucrarse en el cartel, pero perdió su trabajo como contador cuando su hermano El Mayo se hizo conocido como un capo de la droga.
Cuando se le preguntó acerca de ganar millones de dólares en efectivo, Rey respondió: “Cuando lo miras, era mi destino”.
Rey Zambada testificó que fue sentenciado en marzo de 2020, poco después del veredicto del Chapo y recibió 12 años, lo que resultó en el tiempo cumplido.
Ha estado en libertad bajo supervisión desde entonces. Los fiscales lo defendieron en la sentencia y ayudaron a llevar a su familia a los Estados Unidos.
El contrainterrogatorio de Rey Zambada continuará mañana, seguido de dos breves testigos del gobierno. La defensa tiene un testigo para llamar, y se espera que el testimonio dure alrededor de media hora. Los argumentos finales probablemente el miércoles.
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