Con gran expectación y entusiasmo por parte de funcionarios y asistentes, se llevó a cabo la inauguración de la Megafarmacia del Bienestar en Huehuetoca, Estado de México.
Aunque anunciada como “quizá la más grande del mundo” por la voz presidencial, la puesta en marcha fue, nuevamente, a medias.
A pesar de las promesas de que pronto operará a su máxima capacidad para poner fin al desabasto de medicamentos en el país, la realidad del complejo es evidente.
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Con 45 hectáreas de extensión, solo nueve techadas, y un espacio que alberga 18 mil piezas de medicamentos en anaqueles dispersos, la Megafarmacia no está ni cerca de cumplir con sus expectativas iniciales.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, impulsor de la iniciativa, declaró que la Megafarmacia se encargará de proveer cualquier medicamento faltante en hospitales y centros médicos a nivel nacional.
Sin embargo, hasta el momento de la inauguración, no se observó un solo vehículo destinado al transporte de medicinas.
El almacén, que se describe como frío y solitario a pesar de su inmensidad, muestra claros signos de falta de abastecimiento, con apenas un 20% de su capacidad real ocupada.
Aunque se documentó el ingreso de 18 mil piezas de medicamentos en el primer día de operaciones, se espera contar con mil 438 claves para cubrir todas las necesidades médicas.
En las instalaciones, que ya cuentan con certificación de la Cofepris y medidas sanitarias internacionales, se destaca la presencia de un área de red fría para medicamentos de alta especialidad, pero con refrigeradores y megacongeladores en su mayoría vacíos.
El Centro de Comando, Comunicación, Control e Inteligencia, equipado con un call center de 20 operadores, recibió 200 llamadas en las primeras tres horas de operación.
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Los operadores se encargan de verificar las recetas, buscar existencias en clínicas locales y, en caso de no encontrar el medicamento, coordinar su envío desde la Megafarmacia en un plazo no mayor a 48 horas.
A pesar de las críticas y la evidente falta de operatividad al 100%, el presidente López Obrador y su equipo consideran que la Megafarmacia del Bienestar representa una transformación radical en el sistema de salud mexicano.
Sin embargo, la realidad actual plantea un enorme reto por cumplir para alcanzar las expectativas generadas por este proyecto.
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