El diputado con licencia por el Partido del Trabajo (PT), Gerardo Fernández Noroña, ha expresado su firme oposición a la propuesta de reforma a la legislación sobre violencia política en razón de género que busca la inhabilitación de por vida para quienes hayan sido sancionados bajo esta ley.
Noroña argumenta que esta reforma tiene un “uso perverso” y busca eliminar de la vida política a opositores.
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¿El fin de la vida política de la oposición?
En una transmisión en vivo realizada en su cuenta de Facebook, el político criticó duramente la legislación vigente.
Argumentando que no ha logrado disminuir la violencia contra las mujeres en México y que, en cambio, se ha convertido en una herramienta utilizada por la derecha para eliminar a sus adversarios políticos.
“Desde que se hizo la legislación con el eufemismo de violencia política de género alerté que era una herramienta que iba a tener un uso perverso en contra de compañeros y compañeras, y las compañeras celebraron que era un avance”, señaló Noroña.
El político mencionó ejemplos específicos, como el caso de Félix Salgado Macedonio, quien fue acusado de violación y, aunque nunca hubo una sentencia en su contra, fue excluido de la contienda política.
También mencionó el caso de Raúl Morón, quien ni siquiera estaba acusado de violencia política pero fue excluido de la elección.
Noroña calificó esto como un “precedente gravísimo” y acusó al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación de corrupción.
Gerardo Fernández Noroña también compartió su propia experiencia.
Alegando que fue objeto de una acusación injusta de violencia política de género y que ahora pretenden quitarle sus derechos políticos de por vida
Incluyendo la posibilidad de reelección, candidaturas para el Senado y la presidencia.
Debate sobre la reforma sobre la violencia política
La propuesta de reforma a la legislación sobre violencia política de género ha generado un debate acalorado en México.
Con defensores argumentando que es necesaria para proteger a las mujeres de la violencia en el ámbito político, mientras que críticos como Noroña la ven como un instrumento de persecución política.
La discusión sobre esta reforma continuará en el ámbito legislativo mientras se enfrenta a opiniones encontradas de diferentes actores políticos y de la sociedad civil.