El territorio mexicano, conocido por su activa actividad sísmica, ha sido testigo una vez más de una serie de nuevos temblores registrados en las últimas horas.

Según el último reporte del Servicio Sismológico Nacional (SSN), se han registrado tres movimientos telúricos de magnitudes considerables en diferentes regiones del país.

El primero de ellos, con una magnitud de 4.3 grados en la escala de Richter, se localizó a 80 kilómetros al suroeste de Ciudad Hidalgo, en el estado de Chiapas.

El evento se registró a las 06:33:37 horas (hora local), con una profundidad focal de 22 kilómetros.

El segundo sismo, de magnitud 4.0, tuvo lugar a 21 kilómetros al noroeste de Crucecita, en el estado de Oaxaca, a las 04:46:36 horas. Este temblor se produjo a una profundidad de 39 kilómetros.

Finalmente, el tercer evento sísmico reportado, también de magnitud 4.0, se registró a 3 kilómetros al sureste de Zihuatanejo, en el estado de Guerrero, a las 02:42:44 horas, con una profundidad focal de 31 kilómetros.

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Estos sismos, aunque no han generado daños mayores, han recordado una vez más la constante actividad geológica en el país. México se encuentra ubicado en una zona de alta actividad sísmica debido a la interacción de varias placas tectónicas.

El SSN continúa monitoreando la situación para brindar información actualizada y garantizar la seguridad de la población en caso de futuros movimientos telúricos.

Microsismos: ¿Por qué ocurren?

Los microsismos, o pequeños temblores, son eventos sísmicos de baja magnitud que ocurren frecuentemente pero pasan desapercibidos para la mayoría de las personas.

Estos movimientos telúricos son causados por la liberación de energía acumulada en la corteza terrestre, generalmente asociada con la actividad de fallas geológicas.

Las placas tectónicas que conforman la superficie de la Tierra están en constante movimiento, lo que resulta en tensiones acumuladas en las regiones donde se encuentran.

Cuando estas tensiones superan cierto umbral, se produce un deslizamiento a lo largo de una falla, liberando energía en forma de ondas sísmicas.

Los microsismos pueden ser provocados por una variedad de factores, incluyendo la actividad tectónica normal, la actividad volcánica, la actividad humana como la extracción de recursos naturales y, en algunos casos, pueden ser desencadenados por eventos sísmicos más grandes.

Aunque los microsismos rara vez causan daños significativos, son importantes para comprender la actividad sísmica en una región y pueden servir como indicadores de la actividad geológica subyacente.

Además, el monitoreo de microsismos puede ayudar a prever y mitigar los riesgos asociados con eventos sísmicos más grandes.

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