México, conocido por su alta actividad sísmica debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico, ha registrado una serie de sismos en las primeras horas del 27 de agosto de 2024. Los eventos sísmicos variaron en magnitud y profundidad, afectando diversas zonas del país.
El sismo más fuerte ocurrió a las 07:46 horas, con una magnitud de 4.7. Este temblor se localizó a 47 kilómetros al suroeste de Acapulco, Guerrero, a una profundidad de 13 kilómetros.
Aunque fue el más intenso del día, no se reportaron daños graves en la zona turística de Acapulco, aunque la población sintió el movimiento con cierta intensidad.
Otro sismo significativo tuvo lugar a las 03:50 horas al noreste de Mapastepec, Chiapas, con una magnitud de 4.1.
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Este evento sísmico, de una profundidad de 152.9 kilómetros, no causó afectaciones mayores, pero fue percibido en áreas cercanas, especialmente en la región de la costa.
Por otro lado, en Baja California Sur, específicamente en las cercanías de San José del Cabo, se registraron múltiples sismos menores a lo largo de la madrugada, destacando uno de magnitud 2.0 a las 03:54 horas, ubicado a 6 kilómetros al noroeste de la ciudad, con una profundidad de 10 kilómetros.
Este tipo de actividad sísmica es común en la península, pero en general no causó preocupación entre los residentes.
México ha registrado una serie de sismos
En Michoacán, se registraron varios sismos en la zona de Coalcomán, el más fuerte de ellos con una magnitud de 3.9 a las 02:32 horas, localizado a 80 kilómetros al sur de esta localidad, a una profundidad de 10 kilómetros.
En las primeras horas del día, también se registraron movimientos en otras partes del país, como San Felipe, Baja California, y Tonalá, Chiapas, con magnitudes que variaron entre 1.9 y 3.7. Afortunadamente, ninguno de estos eventos causó daños significativos ni activaron alertas sísmicas mayores.
Las autoridades del Servicio Sismológico Nacional (SSN) continúan monitoreando la actividad en las diferentes zonas afectadas, recordando a la población la importancia de estar preparados ante la posibilidad de sismos de mayor magnitud.