Entre la tensión y la incertidumbre, Luis Enrique Orozco, recién nombrado gobernador interino de Nuevo León, se vio impedido de ingresar al Palacio de Gobierno en Monterrey, lo que desató una serie de interrogantes sobre la estabilidad política en el estado.
El gobernador interino, quien asumió su cargo tras la licencia de Samuel García, expresó su desconcierto al no haber encontrado a ningún secretario presente en la junta de gabinete convocada formalmente.
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¿Por qué no dejaron pasar a Luis Enrique Orozco?
Según Orozco, no ha tenido contacto directo con los secretarios y lamentó la falta de coordinación.
La situación se volvió tensa cuando, al intentar realizar un pase de revista a las fuerzas de seguridad del estado, se encontró con la resistencia del secretario de seguridad, quien aparentemente no cumplió con la orden.
Ante este escenario, el gobernador interino se retiró al Palacio de Gobierno para reunirse con los funcionarios del gabinete actual.
En declaraciones a los medios, Luis Enrique Orozco se mostró dispuesto a retirarse del cargo si recibe una orden del Poder Legislativo, subrayando que continuará en funciones hasta que se le informe oficialmente sobre la cesación de su nombramiento.
Desacato a la Suprema Corte de Justicia de la Nación
Además, destacó la claridad de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en respaldar su posición como gobernador interino.
La crisis política se intensificó con la publicación de un acuerdo por parte de Samuel García en el periódico oficial del estado, donde anunciaba su regreso a la gubernatura.
A pesar de esto, Orozco afirmó que no ha recibido una indicación del Poder Legislativo revocando su cargo, insistiendo en que continuará en el ejercicio del encargo.
En un intento por retomar sus funciones, Luis Enrique Orozco acudió esta mañana a una reunión programada con el gabinete, pero se encontró con las puertas del Palacio de Gobierno cerradas.
Luis Enrique Orozco no recurrirá al uso de la fuerza
Acompañado de policías ministeriales, expresó que no recurrirá a la fuerza para ingresar, pero ejercerá su cargo aunque no tenga acceso a las oficinas gubernamentales.
La situación actual plantea preguntas sobre la posibilidad de desacato por parte de los funcionarios que no reconocen la autoridad de Orozco y si podrían enfrentar juicio político por su lealtad a Samuel García.
Mientras tanto, la incertidumbre prevalece en Nuevo León ante la falta de claridad sobre el curso de los acontecimientos políticos en las próximas horas.
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