El filme “Viridiana”, dirigido por Luis Buñuel y protagonizado por Silvia Pinal, enfrentó censura y polémica internacional, dejando un legado artístico, pero también una maldición a la vida de la actriz.

En 1961, Luis Buñuel eligió a Silvia Pinal como protagonista de “Viridiana”, una de sus obras más emblemáticas pero que también trajo una maldición.

La película fue un golpe directo a las instituciones religiosas, con una sátira que incomodó tanto al Vaticano como a la dictadura franquista en España.

La cinta fue condenada como blasfema y prohibida en varios países, incluida Italia, mientras Buñuel, exiliado, no regresaría a su tierra natal hasta 1977, dos años después de la muerte de Francisco Franco.

La censura fue tan agresiva que intentaron destruir todas las copias del filme.

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Ante esto, Silvia Pinal recurrió a la ayuda de Lucía Bosé, madre del cantante Miguel Bosé y esposa del torero Luis Miguel Dominguín.

Bosé y Dominguín ocultaron algunas copias enterrándolas en su jardín en España, mientras que Pinal llevó otras a México de contrabando, escondiéndolas en su falda y en maletines para evitar que fueran confiscadas en las aduanas.

A pesar de estas dificultades, Viridiana ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes, consolidando la reputación de Buñuel como un maestro del cine y catapultando a Silvia Pinal como una figura internacional.

La Maldición de Viridiana provocó tragedias

El impacto de Viridiana fue tal que Silvia Pinal decidió homenajear a Buñuel al nombrar a su hija menor Viridiana Alatriste, nacida de su matrimonio con el productor Gustavo Alatriste, quien también participó en la creación del filme.

Sin embargo, el nombre quedó asociado a un destino trágico.

En 1982, Viridiana Alatriste falleció a los 19 años en un accidente automovilístico en la Ciudad de México.

Apenas comenzaba su carrera como actriz, destacándose en programas como ¡Cachún cachún ra ra! y telenovelas.

La muerte de su hija devastó a Silvia Pinal, quien en su autobiografía describió el dolor como irreparable: “Fue como si el reloj de mi vida se detuviera para siempre”.

La muerte de la segunda Viridiana

El nombre volvió a repetirse en la familia. Sylvia Pasquel, hija mayor de Silvia, nombró a su hija Viridiana en memoria de su hermana fallecida.

Sin embargo, la maldición pareció continuar. En 1985, la pequeña de solo dos años murió ahogada en la alberca de su casa mientras jugaba con un patito.

Sylvia Pasquel recordó este momento como uno de los más oscuros de su vida.

La pérdida de su hija ocurrió poco después de la muerte de su hermana, sumiéndola en una crisis emocional profunda que la llevó a luchar contra el alcoholismo y a replantearse su vida.

Un legado de cine, censura y tragedia

A pesar de los infortunios familiares, Viridiana permanece como una de las obras cumbre del cine internacional, un testimonio del genio de Luis Buñuel y del coraje de Silvia Pinal.

El sacrificio de ambos para proteger la película, con la ayuda de Lucía Bosé y otros aliados, permitió que la obra sobreviviera y alcanzara un estatus de culto.

Silvia Pinal, la última diva del cine de oro mexicano, dejó un legado artístico incomparable, aunque las tragedias personales relacionadas con el nombre Viridiana añadieron un tinte sombrío a su historia familiar.

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