El Jueves Santo, marcando el inicio de las festividades más trascendentales de la Semana Santa, se celebrará en México el 28 de marzo de 2024.
Esta fecha no solo representa una conmemoración religiosa, sino que también marca el inicio de un periodo de reflexión y devoción para millones de creyentes en el país.
El origen y significado del Jueves Santo se remontan a dos eventos cruciales narrados en la Biblia: la Última Cena, donde se instituyó la Eucaristía y el sacerdocio, y el lavatorio de pies.
En la liturgia católica, este día se conmemora con dos misas significativas:
- La Crismal por la mañana, donde se consagra el Santo Crisma
- Los sacerdotes renuevan sus promesas
- La Misa Vespertina por la tarde, que marca el comienzo del Triduo Pascual.
En México, la celebración del Jueves Santo se lleva a cabo con diversas tradiciones arraigadas en la fe y la devoción popular.
Se escenifica el lavatorio de pies, donde los fieles recrean el gesto de humildad de Jesús lavando los pies de sus discípulos.
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Además, se realizan procesiones en diferentes entidades del país, y muchas iglesias adornan sus altares para esta ocasión especial.
Una de las tradiciones más destacadas es la Visita de las Siete Casas, donde los fieles recorren lugares que representan momentos clave en la pasión y muerte de Jesús.
En la Ciudad de México, se espera la llegada de más de dos millones de personas para presenciar la Pasión de Cristo en el Cerro de la Estrella, una representación que se ha convertido en un evento emblemático para la capital.
La Semana Santa en México, que comenzó a celebrarse en el siglo XVIII, es un periodo de profunda reflexión y devoción para los creyentes.
El Jueves Santo y el Viernes Santo son días especialmente significativos, marcados por tradiciones como la abstención de carne roja y la participación en actividades religiosas que conmemoran los eventos de la Pasión de Cristo.
Jueves Santo en México no solo es una fecha religiosa de profundo significado, sino también una oportunidad para los fieles de reflexionar sobre la importancia de la humildad, el sacrificio y la redención, valores centrales en la fe cristiana.