En una muestra contundente de descontento ciudadano, cientos de campechanos volvieron a llenar las calles de protesta exigiendo la renuncia de la gobernadora Layda Sansores y de la titular de la Secretaría de Seguridad del estado, Marcela Muñoz.
Esta es la tercera vez en la misma semana que las calles de Campeche se inundan con la voz de la disidencia, clamando por cambios en la administración gubernamental.
Bajo consignas como “¡Traidora, traidora! ¡Voto de castigo! ¡Fuera Layda!”, los manifestantes recorrieron desde el Asta Bandera hasta el Palacio de Gobierno, expresando su repudio hacia el gobierno actual y exigiendo la destitución de Muñoz.
Previo a esta jornada de protesta, Layda Sansores se acercó a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad para dialogar con los policías afectados por el reciente motín en el penal de San Francisco Kobén, ofreciendo mesas de diálogo como posible solución.
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Sin embargo, hasta el momento no se ha alcanzado ningún acuerdo satisfactorio.
La gobernadora Sansores argumenta que no ha removido a Marcela Muñoz de su cargo porque no la responsabiliza directamente del operativo en cuestión.
Además, hizo un llamado a la ciudadanía para que cancelaran una marcha programada en su apoyo, considerando que no contribuiría a resolver la situación.
La movilización ciudadana tiene su raíz en el motín ocurrido en el penal de San Francisco Kobén, donde 20 policías resultaron heridos.
Según testimonios de los agentes, no fueron informados adecuadamente sobre el operativo, carecían de equipamiento de protección y enfrentaron amenazas de muerte y agresiones por parte de los reclusos durante el incidente.
La persistencia de estas protestas refleja un profundo malestar en la sociedad campechana, que demanda cambios y acciones concretas por parte de las autoridades para garantizar la seguridad y el bienestar de la población.