Cada 25 de mes, el mundo se tiñe de naranja para recordar y combatir la violencia contra mujeres y niñas. Este movimiento, conocido como el Día Naranja, es parte integral de la Campaña Naranja ÚNETE, iniciada en 2008 por el Secretario General de la ONU para sensibilizar y prevenir la violencia de género.
Aunque el Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres se estableció en 1999, su origen en Latinoamérica se remonta a 1981, en honor a las hermanas Mirabal, asesinadas en 1960 por oponerse al dictador Trujillo.
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Llamado a la acción global con el día naranja
Este día no solo recuerda el pasado, sino que sirve como un llamado global a la acción.
El color naranja, elegido como símbolo, representa un futuro sin violencia.
Sin embargo, las alarmantes cifras revelan la urgencia de esta lucha: 64 mil mujeres y niñas son asesinadas anualmente en todo el mundo, con 14 de los 25 países con más feminicidios en América Latina y el Caribe.
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México no escapa a esta realidad; 9 mujeres son asesinadas diariamente, según el INEGI.
Además, la ONU Mujeres México revela que el 43.9% enfrenta agresiones de la pareja, y el 53.1% sufre violencia de agresores distintos. Estas estadísticas son más que números; son llamados de auxilio.
Día Naranja, una nueva oportunidad
Más allá de las cifras, el Día Naranja es una oportunidad para unirse al llamado por un mundo sin discriminación ni violencia.
Pintar nuestro mundo de naranja no es solo un gesto simbólico, es un compromiso para construir una sociedad donde mujeres y niñas vivan libres de temor, desigualdad y violencia.