Este 23 de septiembre de 2024, México fue nuevamente escenario de movimientos telúricos que alertaron a la población.
Se reportaron tres sismos de magnitud considerable en distintas partes del país, generando preocupación entre los habitantes de las zonas afectadas.
El primer temblor tuvo lugar a la 01:49 horas, con una magnitud de 3.8, a solo 7 km al suroeste de San José del Cabo, Baja California Sur, y a una profundidad de 11 km.
Este sismo, aunque de menor intensidad, fue sentido por muchos residentes que se encontraban en sus hogares.
A las 01:52 horas, un segundo sismo de magnitud 4.0 se registró a 112 km al suroeste de Ciudad Hidalgo, Chiapas, a una profundidad de 16.1 km.
¿Sentiste los microtemblores del 23 de septiembre?
Este movimiento telúrico generó más inquietud en la población local, dado su mayor alcance.
Finalmente, a las 04:11 horas, un tercer temblor de 4.0 fue reportado a 44 km al noreste de Unión Hidalgo, Oaxaca, con una profundidad de 121.9 km.
¿Qué hacer antes de un temblor?
La actividad sísmica en México es una constante, debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico, donde las placas tectónicas interactúan.
Ante la frecuencia de estos eventos, es crucial que la población esté preparada.
Antes de un temblor, se recomienda crear un plan de emergencia familiar, que incluya la definición de rutas de evacuación y lugares de encuentro en caso de que se necesite salir rápidamente de casa.
Además, es importante tener a mano un kit de emergencia, que contenga elementos esenciales como agua, alimentos no perecederos, linternas, baterías y un botiquín de primeros auxilios.
También es recomendable asegurar los muebles y objetos pesados en el hogar, para evitar que caigan y causen lesiones durante un sismo.
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¿Qué hacer despues de un temblor?
Después de experimentar un temblor, es fundamental mantener la calma y no correr. Se debe evaluar la situación antes de actuar.
Revisar si hay daños estructurales en el hogar y el estado de los servicios básicos es esencial para garantizar la seguridad.
La población también debe estar alerta ante posibles réplicas, que pueden ocurrir tras un sismo principal.
Estar informado y seguir las recomendaciones de las autoridades locales puede hacer la diferencia en momentos de crisis.
Las autoridades instan a la población a mantenerse informada sobre la actividad sísmica y a tomar medidas preventivas para protegerse.
En un país donde los temblores son parte de la vida cotidiana, la preparación y la educación son claves para reducir riesgos y salvaguardar la vida y el bienestar de las personas.