El 18 de septiembre de 2024, México experimentó una serie de sismos en diversas regiones del país, destacándose Baja California Sur y Oaxaca, zonas que suelen ser propensas a movimientos telúricos debido a su cercanía a placas tectónicas activas.
En primer lugar, a continuación se presenta un resumen detallado de los eventos más relevantes.
Además, estos eventos fueron registrados por el Servicio Sismológico Nacional (SSN) durante la madrugada.
Baja California Sur (San José del Cabo)
Esta región vivió una notable actividad sísmica con múltiples temblores de baja magnitud.
El más significativo ocurrió a las 04:56:03, con una magnitud de 1.6 a 8 km al suroeste de San José del Cabo, con una profundidad de 11.1 km.
Otro sismo de magnitud 2.0 se registró a las 03:52:49, a 7 km al suroeste de la misma localidad, con una profundidad de 11.5 km.
En total, se detectaron al menos 10 eventos en esta zona entre las 00:10:48 y las 04:56:03, con magnitudes que oscilaron entre 1.1 y 2.0 grados.
Oaxaca
La actividad sísmica en esta región fue más intensa en términos de magnitud. El temblor más fuerte fue de 3.9 grados, ocurrido a las 03:30:35 a 80 km al sureste de Crucecita, con una profundidad de 11.5 km.
Minutos antes, a las 03:34:58, se registró otro sismo de 3.0 grados a 39 km al este de Pinotepa Nacional, a una profundidad de 32.5 km.
Estas localidades oaxaqueñas son conocidas por su actividad sísmica frecuente debido a su proximidad con la costa y las placas tectónicas en la región.
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Chiapas y Baja California
En Chiapas, un sismo de magnitud 3.7 fue detectado a las 01:59:52, a 30 km al sureste de Tonalá, con una considerable profundidad de 85.1 km.
En Baja California, un movimiento de la misma magnitud (3.7) se sintió a las 02:04:50, a 61 km al sureste de San Felipe, con una profundidad de 7.9 km.
Ciudad de México
Aunque los movimientos sísmicos en la capital suelen ser menos frecuentes, se registró un pequeño temblor de magnitud 1.9 a las 02:01:25.
Localizado a 3 km al suroeste de la delegación Álvaro Obregón, a una escasa profundidad de 1.2 km.
Afortunadamente, no se reportaron daños significativos ni víctimas tras estos movimientos sísmicos.
No obstante, siempre se recomienda a la población mantenerse informada y, por consiguiente, seguir las indicaciones de las autoridades de protección civil.
Estos eventos subrayan la constante actividad sísmica en México, país ubicado en una de las regiones tectónicamente más activas del mundo.
Lo que hace necesario reforzar la cultura de prevención y respuesta ante desastres naturales.