En las primeras horas del 30 de octubre de 2024, distintas regiones de México experimentaron una serie de sismos de baja magnitud que, aunque no provocaron daños graves, reflejan la constante actividad sísmica en el país.
Según el Servicio Sismológico Nacional, los temblores ocurrieron en áreas de Oaxaca, Baja California Sur, Chiapas, Colima, Guerrero, Puebla y Veracruz, destacando la cercanía y profundidad de algunos de estos movimientos en zonas habitadas.
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Entre los movimientos sísmicos más destacados se encuentra uno de magnitud 4.1 en Chiapas, registrado a las 01:13 horas (hora local), que se ubicó a 14 km al sur de Mapastepec y tuvo una profundidad de 102.1 km.
A este sismo se le sumó otro de magnitud 4.0 en Veracruz, que se sintió a las 02:38 horas a 52 km al sureste de Sayula de Alemán y con una profundidad de 142 km.
Ambos sismos destacan por sus ubicaciones cercanas a poblaciones y su considerable profundidad.
Sismos 30 de octubre
En el estado de Oaxaca, también se registraron sismos importantes. Uno de ellos, de magnitud 3.5, ocurrió a las 04:44 horas y se localizó a 45 km al sureste de Unión Hidalgo, con una profundidad de 84.2 km.
Otro movimiento de magnitud 3.4 fue detectado cerca de Matías Romero a las 04:58 horas, alcanzando una profundidad de 119.1 km.
Estos sismos resaltan la actividad tectónica en el Istmo de Tehuantepec, una de las zonas sísmicas más activas de México.
Por su parte, en la costa del Pacífico, Chiapas registró un temblor de magnitud 3.8 a 148 km al suroeste de Mapastepec a la 01:59 horas. Otro sismo de magnitud similar (3.8) se presentó a las 00:20 horas al suroeste de Pijijiapan.
Estos movimientos en el Pacífico reflejan la presión tectónica en la región costera, especialmente en áreas cercanas a la interacción entre las placas tectónicas.
En Baja California Sur, San José del Cabo experimentó una serie de temblores de baja magnitud que iniciaron desde la medianoche, con intensidades entre 1.9 y 2.6 y profundidades menores a 10 km.
Esta actividad es típica de la región, caracterizada por la frecuente interacción tectónica que genera eventos de poca magnitud y profundidad.
Aunque en algunos casos pueden llegar a ser perceptibles.
Otros sismos menores se registraron en varias regiones, incluyendo un temblor de magnitud 3.2 al noreste de Cihuatlán, Jalisco.
Otro de 3.2 al noreste de Coquimatlán, Colima, ambos durante las primeras horas de la madrugada.
En Puebla, un movimiento de magnitud 3.2 se detectó al suroeste de Acatlán de Osorio a las 02:22 horas, con una profundidad de 52.8 km.
Estos sismos, aunque de baja magnitud, son un recordatorio de la actividad sísmica constante en México, un país ubicado en una de las zonas sísmicas más activas del mundo por la interacción de múltiples placas tectónicas.
A pesar de que estos temblores no suelen ser perceptibles, los expertos subrayan la importancia de la prevención.
Así como la preparación para enfrentar la eventualidad de sismos de mayor magnitud.