Actor vitalicio de Televisa, miembro de la Academia de Hollywood y amigo de Luis Buñuel, Ignacio López Tarso queda inmortalizado en la historia gracias a su paso por el cine mexicano.
A diferencia del personaje que interpretó en la película Macario, el artista construyó su carrera con más de medio centenar de filmes, más de 100 obras de teatro y participaciones en series de televisión. Aquel filme de 1959 fue uno de los más importantes de su trayectoria.
“Hacer Macario sería el colmo de mi buena suerte”, contó en una entrevista.
En la película también actúa Pina Pellicer, como esposa de Macario, y Enrique Lucero, como La Muerte, la cinta inicia cuando Macario lamenta ver el hambre que tienen sus cinco hijos y cómo se pelean por un plato de frijoles; es tanto su pesar que prefiere no comer y darle a ellos su ración.
“La vida no fue fácil Macario, pero fue buena vivirla juntos”, es una de las frase finales de esta gran película que nos lleva a reflexionar sobre la brevedad de la vida y la eternidad de la muerte.
¿Quién fue Ignacio López Tarso?
Fue uno de los actores más reconocidos y respetados en la historia del cine y teatro mexicano. Nació el 15 de enero de 1925 en la ciudad de México y desde muy joven mostró su pasión por el arte escénico.
Comenzó su carrera como actor en 1949, cuando participó en la obra de teatro “El Gesticulador” de Rodolfo Usigli. Desde entonces, López Tarso participó en decenas de obras de teatro, películas y programas de televisión.
Uno de sus papeles más icónicos es el de Macario en la película del mismo nombre, dirigida por Roberto Gavaldón y estrenada en 1960. La película fue nominada al Oscar como Mejor Película Extranjera y López Tarso recibió el premio Ariel como Mejor Actor.
A lo largo de su carrera, López Tarso trabajó con algunos de los directores más importantes de México, incluyendo a Luis Buñuel, Arturo Ripstein y Alejandro González Iñárritu.
También fue reconocido con varios premios y distinciones, incluyendo la Medalla Bellas Artes en 1983 y la Medalla Salvador Toscano al Mérito Cinematográfico en 2001.
Además de su trabajo en el cine y teatro, López Tarso también partició en proyectos sociales y culturales.
En 2004, fundó la Casa del Actor, una residencia para actores y actrices retirados.