Los viveros militares que sirven como proveedores clave para el programa emblemático del presidente, “Sembrando Vida”, se encuentran en un estado de abandono preocupante.
A pesar de haber recibido transferencias financieras por más de 2,500 millones de pesos de la Secretaría del Bienestar, la mayoría de estos viveros están operando a una fracción de su capacidad original.
Según datos obtenidos de una solicitud de transparencia, de los 30 viveros militares inicialmente establecidos, solo uno permanece en funcionamiento en Tapachula, Chiapas.
Lo más alarmante es que este vivero activo cuenta con tan solo 12 militares laborando, en comparación con las 2,617 personas que trabajaban en estos viveros en años anteriores.
El programa “Sembrando Vida”, diseñado para revitalizar el campo y estimular la economía local, ha enfrentado serias dificultades en su implementación.
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A pesar de tener metas ambiciosas de producción de árboles frutales, forestales y agroindustriales, la realidad es que la capacidad operativa de los viveros ha disminuido drásticamente.
El desplome en la fuerza laboral de estos viveros es evidente: de 2,617 trabajadores en 2021, la cifra se redujo a solo 12 militares en 2024.
Esta situación plantea interrogantes sobre la viabilidad a largo plazo del programa y la gestión de los recursos asignados.
Aunque el programa originalmente incluyó la creación de viveros forestales en instalaciones militares y la producción de plantas, la falta de mantenimiento y operación ha dejado estos sitios en completo abandono.
Es esencial que se tomen medidas urgentes para revitalizar estos viveros y garantizar que el programa “Sembrando Vida” cumpla con su objetivo de impulsar el desarrollo rural y la conservación del medio ambiente.
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