El pasado miércoles, en un acto que ha conmocionado a la comunidad religiosa y a la sociedad en general, el Obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, junto con dos sacerdotes más, fueron víctimas de un violento asalto en la autopista Puebla-Veracruz.
Cerca de 15 individuos enmascarados y armados bloquearon la carretera, deteniendo a docenas de vehículos y perpetrando robos a sus ocupantes.
El asalto tuvo lugar en las proximidades de Las Cumbres de Maltrata, donde los delincuentes despojaron al Obispo de su anillo episcopal, un símbolo de gran valor espiritual y emocional para el líder religioso.
El sacerdote católico Juan Carlos Villa Cañedo confirmó los detalles del ataque, resaltando la violencia con la que actuaron los asaltantes, quienes no dudaron en emplear armas de fuego para llevar a cabo sus fechorías.
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Es importante destacar que este no es un incidente aislado en la zona, ya que Las Cumbres de Maltrata han sido escenario de numerosos asaltos masivos en el pasado, a pesar de los esfuerzos de los gobiernos estatales por implementar operativos de seguridad.
Ante el aumento de la inseguridad en la autopista Puebla-Veracruz, muchos automovilistas han optado por rutas alternativas para evitar convertirse en víctimas de la delincuencia.
La ruta Puebla-Perote-Xalapa-Veracruz se ha vuelto cada vez más popular entre aquellos que buscan evitar los riesgos asociados con la carretera afectada por la violencia criminal.
Este preocupante incidente subraya la urgencia de implementar medidas efectivas para garantizar la seguridad de los ciudadanos y prevenir la recurrencia de actos delictivos de esta naturaleza en las principales vías de comunicación del país.
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