En una reciente declaración, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, minimizó los incidentes de violencia electoral registrados durante el proceso del 2024, afirmando que “creo que fueron 6” los candidatos asesinados.
Esta afirmación contrasta dramáticamente con las cifras reportadas por organizaciones civiles.
Según el reporte de Data Cívica, un total de 34 candidatos o aspirantes a cargos públicos fueron brutalmente asesinados durante el período electoral.
Que comenzó en septiembre de 2023 y culminó el pasado 2 de junio.
Además, se documentaron 96 ataques violentos adicionales, incluyendo atentados, amenazas y secuestros dirigidos a figuras políticas.
“Itzel Soto, coordinadora del proyecto ‘Votar entre balas’, subrayó que estos comicios han sido los más violentos en la historia reciente del país”.
Indicando que comparado con elecciones anteriores, este periodo ha marcado un aumento significativo en la violencia contra actores políticos.
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López Obrador también mencionó que las elecciones del 2024 registraron menos incidentes violentos que en procesos anteriores como el del 2021, 2018, 2012 y 2006.
“creo que fueron 6 asesinados” no 60 asesinados
Sin embargo, expertos señalan que la magnitud de estos comicios, los más grandes en la historia de México con más de 98 millones de personas convocadas a votar, debe ser tomada en cuenta al evaluar estos datos.
Con la victoria de Claudia Sheinbaum y un claro mandato popular, los resultados electorales no han opacado la preocupación por la seguridad de los participantes políticos en el país.
La discrepancia entre las estadísticas oficiales y las declaraciones presidenciales resalta la urgencia de abordar la violencia electoral como una prioridad nacional.
Este contraste evidencia un desafío persistente para las autoridades mexicanas: la necesidad de garantizar condiciones seguras y justas para el ejercicio democrático, libre de amenazas y violencia para todos los actores políticos involucrados.