El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) reaccionó enérgicamente a la solicitud de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para determinar si la presidenta de la Corte, Norma Piña, tiene la facultad de detener la discusión de la reforma judicial en el Congreso.
AMLO calificó la posible intervención de la Corte como una “aberración” y una “violación flagrante a la Constitución”, y la describió como una “intromisión burda” y una “arbitrariedad”.
En La Mañanera de este viernes, el mandatario expresó que una intervención de la Corte en medio del proceso legislativo sería un hecho inédito en México y carecería de fundamento legal.
La reforma judicial, propuesta por López Obrador, pretende modificar la selección de jueces y ministros, crear un nuevo tribunal disciplinario, y reducir el número de integrantes de la Corte.
La controversia surge a raíz de una solicitud presentada por la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial Federal (Jufed). Esta solicitud pide que la Corte suspenda la discusión de la reforma como medida cautelar hasta que se determine su constitucionalidad.
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La Jufed argumenta que los despidos masivos previstos por la reforma podrían vulnerar la independencia judicial y los derechos laborales de los operadores de justicia, afectando el acceso a la justicia para los ciudadanos.
Piña, que no está segura de si tiene la facultad para detener la discusión legislativa, consultó a los otros 11 ministros de la Corte.
La posibilidad de una intervención de la Corte antes de que se apruebe la ley ha generado controversia, ya que normalmente la Corte se pronuncia sobre la constitucionalidad de las leyes una vez que estas han sido aprobadas.
La reforma ya pasó por la Cámara de Diputados, donde Morena y sus aliados tienen la mayoría calificada. En el Senado, el bloque gobernante está a una curul de alcanzar los dos tercios necesarios para aprobar la iniciativa, y se prevé que la discusión comience el próximo martes.
López Obrador criticó la posibilidad de que la Corte intervenga y acusó a los opositores de actuar en defensa de sus privilegios y de la corrupción.
La reforma ha generado una fuerte oposición y protestas, con manifestaciones bloqueando la Cámara de Diputados y el Senado, y un paro general en el Poder Judicial desde el 21 de agosto.
La SCJN, que suspendió actividades hasta el próximo lunes, deberá decidir si mantiene la suspensión y cómo proceder con la protesta.
La reforma, la primera reforma constitucional de esta legislatura, ha intensificado el conflicto entre el oficialismo y la oposición, con los partidos opositores preparando recursos legales para impugnar la reforma y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, pidiendo garantías para el proceso.
La resolución de la Corte y la discusión en el Senado serán cruciales en los próximos días para determinar el futuro de la reforma y su impacto en el sistema judicial mexicano.