Los diputados locales del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el estado de Hidalgo han presentado su renuncia al partido, así como el Comité Directivo Estatal, debido a desacuerdos con la dirigencia nacional encabezada por Alejandro Moreno Cárdenas.
En una conferencia de prensa encabezada por el ahora exdirigente estatal del PRI en Hidalgo, Julio Manuel Valera Piedras, se argumentó que la decisión de renunciar se basa en las decisiones centralistas tomadas por el partido y los atropellos cometidos por la dirigencia nacional hacia los militantes.
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“Nosotros no queremos lastimar al partido, queremos asumir que hoy no hay espacios y que la imposición seguirá siendo la práctica común, por muchas acciones que reprobamos”, señaló Valera Piedras.
A pesar de su renuncia al partido, los ocho diputados locales del PRI afirmaron que no abandonarán sus curules, ya que consideran que representan tanto a la militancia como a la ciudadanía.
Sin embargo, conformarán un grupo parlamentario independiente.
Respecto a la presidencia de la Junta de Gobierno, que corresponde al PRI en el Segundo Año Legislativo, Valera Piedras indicó que permanecerá en manos del partido, a pesar de la renuncia de los legisladores.
En cuanto a la infraestructura y el edificio priista ubicado en el bulevar Colosio de Pachuca, Valera Piedras anunció que la entrega se realizará ante notario público para asegurar una transferencia responsable de los activos.
El objetivo es cuidar al partido que los acogió durante su militancia.
Se destacó que entre los renunciantes hay militantes con más de 30 años de pertenencia al PRI.
No obstante, en este momento no se ha mencionado si se sumarán a algún otro partido político o si considerarán la fundación de un nuevo instituto político.
Esta renuncia se produce apenas una semana después de que el exgobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses, también presentara su renuncia al PRI, argumentando imposiciones de la dirigencia nacional.
La salida de los ocho diputados locales del PRI en Hidalgo representa un desafío para el partido, que deberá enfrentar la pérdida de representación en el estado.
Además de la conformación de un grupo parlamentario independiente por parte de los legisladores renunciantes.