Kylian Mbappé protagonizó su papel más vergonzoso desde que llegó al Real Madrid: una patada violenta contra Antonio Blanco que le valió la roja directa y una lluvia de críticas.
Kylian Mbappé no solo perdió el control, también comprometió al Real Madrid con una acción brutal: una patada directa a la espinilla de Antonio Blanco a los 38 minutos del partido ante el Alavés.
Esta fuerte entrada, lo dejó fuera del partido con una tarjeta roja directa y con el rostro desencajado ante el silencio del vestuario blanco.
La patada de Kylian Mbappé que lo cambió todo
Kylian Mbappé no soportó más. A los 38 minutos del encuentro contra el Alavés en Mendizorroza, el astro francés reaccionó con una entrada brutal contra el centrocampista Antonio Blanco.
La jugada, claramente desmedida, terminó con una tarjeta roja directa y un silencio incómodo en el vestuario visitante.
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Según fuentes internas del Real Madrid citadas por EFE, la reacción del delantero fue provocada por dos entradas previas que había recibido sin sanción.
Fuera de sí, descargó su molestia con una plancha que impactó directamente en la espinilla de Blanco.
El árbitro César Soto Grado no dudó en expulsarlo, y dejó constancia en el acta del uso de “fuerza excesiva” en una disputa de balón.
Disculpas inmediatas con un rostro desencajado de Mbappé
Tras el pitazo final, Mbappé entró al vestuario con la mirada baja. Se dirigió uno por uno a sus compañeros y al cuerpo técnico para disculparse.
No se detuvo ahí: también buscó a Antonio Blanco para ofrecerle disculpas por la acción.
Fuentes cercanas aseguran que el francés estaba visiblemente afectado y consciente del impacto de su error.
Ahora Mbappé espera conocer cuántos partidos de suspensión recibirá.
La expulsión por juego violento podría costarle entre dos y cuatro encuentros, justo cuando el Real Madrid entra en una fase clave de la temporada.