En un emocionante sábado de clasificación en el GP de Singapur, Lando Norris se destacó al lograr la pole position, mostrando la fuerza del McLaren en el exigente circuito callejero de Marina Bay.
Sin embargo, Max Verstappen, el actual líder del campeonato, sorprendió a todos al conseguir un impresionante segundo lugar, frustrando las expectativas de Norris de acercarse en la lucha por el título.
La clasificación comenzó con una bandera roja debido a un accidente de Carlos Sainz, que le costó la posibilidad de competir por los primeros lugares.
Norris, quien había mostrado un dominio durante todo el fin de semana, enfrentó una presión máxima al solo contar con un intento para asegurar la pole. A pesar de la tensión, no falló y se colocó en la primera posición.
El neerlandés, tras un viernes complicado, se recuperó para marcar un tiempo que le permitió superar a otros competidores, incluyendo a Oscar Piastri, quien finalizó en quinto lugar.
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Así, Norris saldrá este domingo desde la pole, acompañado de Verstappen en la primera fila, con Lewis Hamilton y George Russell en tercera y cuarta posición, respectivamente.
Por su parte, Fernando Alonso logró un notable séptimo lugar, superando todas las expectativas para un Aston Martin que no se consideraba entre los más competitivos.
Con un rendimiento sobresaliente, el español sacó el máximo provecho de la situación, capitalizando los errores de sus rivales para meterse en Q3 una vez más.
En contraste, Ferrari enfrentó un día decepcionante. Carlos Sainz, quien aspiraba a repetir su victoria del año pasado, vio su clasificación truncada tras un error que lo llevó al muro, saliendo décimo. Su compañero Charles Leclerc tampoco tuvo mejor suerte, arrancando noveno sin marcar un tiempo en Q3.
A medida que se acerca la carrera del domingo, la presión aumenta para Norris, quien, a pesar de su impresionante clasificación, debe enfrentar a un Verstappen decidido a mantener su ventaja en el campeonato.
Con solo siete carreras restantes, el futuro de la lucha por el título se pinta más emocionante que nunca.