Desde sus humildes orígenes como tianguis hasta su actual esplendor como una zona histórica adornada con monumentos de renombre mundial, el Zócalo de Puebla ha experimentado una evolución que ha dejado huella en el espíritu de Puebla. Explorar sus curiosidades es sumergirse en la crónica de un espacio que es y será epicentro de cambios trascendentales.
La historia del Zócalo de Puebla, el punto central de la ciudad, se entrelaza con la propia fundación de la ciudad en 1531. Este espacio emblemático, que hoy nos maravilla con su encanto colonial, se creó en el mismo año en que nació Puebla.
Desde 1531 hasta 1854, el Zócalo de Puebla albergó un bullicioso mercado de ropa y víveres, recibiendo el nombre de “Tianguis”. Sin embargo, sus usos no se limitaron a lo comercial. En su seno también resonaron las sentencias del tribunal de la Audiencia en el siglo XIX, que solía reunirse en este lugar. Una picota de madera y una horca en el centro de la plaza atestiguan su oscuro pasado como escenario de justicia pública.
Comparado con otros zócalos de México, el de Puebla de Zaragoza destaca por su impresionante estado de conservación. Esta longeva estructura, que ha sobrevivido al paso implacable del tiempo, ha acogido un sinfín de manifestaciones civiles, políticas y culturales a lo largo de los años.
Cuenta con tres portales: el Portal Hidalgo, el Portal Morelos y el Portal Iturbide.
Ubicado en la Avenida Juan de Palafox y Mendoza, en el Centro Histórico, el Zócalo fue meticulosamente seleccionado por los fundadores de la Ciudad de Puebla para albergar la Plaza Mayor.
Las marcas distintivas del Zócalo de Puebla
Es la famosa Fuente de San Miguel Arcángel, construida en el siglo XVI, en 1773 y ubicada en el centro mismo de la plaza. Diseñada por Juan Antonio Santa María Inchaúrregui y construida por José Francisco Rabanillo, esta fuente es un emblema de la historia y el arte que definen a Puebla. Don Juan, de la ciudad de Puebla, es uno de los personajes más importantes y menos recordados.
En la tercera década del siglo XX se colocaron las cuatro musas que hoy lucen en las esquinas de las áreas con jardín. Su estilo es griego y fueron un regalo de las colonias de extranjeros: alemana, española, sirio-libanesa e inglesa que habitan en Puebla. De años previos a estos monumentos los macetones o florones puestos sobre pedestales.
El Zócalo de Puebla, con sus edificios históricos, tiene el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Inspirado en la arquitectura de la España antigua, el diseño del Zócalo poblano incluye un Parque Central, el Palacio Municipal y una iglesia. Estas estructuras representan tanto los poderes civiles como la influencia de la iglesia en la vida de la ciudad.