La noche del 21 de marzo, más de 120 mil personas se reunieron al pie de la Gran Pirámide de Cholula para dar la bienvenida al equinoccio en un evento que combinó la esencia ancestral de la región con una explosión de modernidad gracias a Polymarchs.
El festival inició con un ritual a Quetzalcóatl
El Ritual a Quetzalcóatl, celebrado en el Patio de los Altares, marcó el inicio de la jornada con danzas prehispánicas, el aroma del incienso flotando en el aire y una energía que conectó a los asistentes con el pasado milenario de Cholollan, una de las ciudades más antiguas de América. Turistas de México, Europa, Sudamérica y Estados Unidos llegaron para ser parte de esta experiencia única, que reafirma la importancia de preservar la herencia cultural.
La presidenta municipal tomó la palabra durante el evento y no escatimó en entusiasmo.
“San Andrés Cholula late con orgullo en este festival. Abrimos nuestras tradiciones al mundo y lo hacemos para todos, sin costo alguno”, afirmó, destacando cómo la celebración une a generaciones y cruza fronteras.
Autoridades estatales, municipales y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) acompañaron la ceremonia, que muchos describieron como un puente entre lo que fuimos y lo que somos. El solsticio, con su promesa de renovación espiritual, encontró en Cholula un escenario perfecto para desplegar su magia.
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Polymarchs deleitó a San Andrés Cholula en el equinoccio de primavera
Pero la noche no terminó con el misticismo. En el Parque Intermunicipal, Polymarchs, conocida como “la Disco más grande de México”, tomó el control y transformó el ambiente en una fiesta vibrante. Con éxitos de los 70, 80 y 90, la agrupación desató una ola de nostalgia mientras luces multicolores iluminaban a la multitud. Familias, jóvenes y visitantes bailaron sin parar, atrapados en un viaje sonoro que convirtió la velada en algo inolvidable.
El festival no se detiene. Hoy, las actividades culturales y recreativas mantienen el ritmo, y mañana, una noche de música tropical promete cerrar con broche de oro estos tres días de celebración. San Andrés Cholula demuestra que sabe honrar su historia y, al mismo tiempo, encender la chispa de la alegría contemporánea. Este rincón de Puebla sigue siendo un faro de tradición y vida.
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