Lo que debía ser una celebración terminó en un momento aterrador para el payaso poblano “Talachitas” y su equipo.
Un show infantil en Acatzingo terminó en amenazas de linchamiento cuando los organizadores de una fiesta intentaron pagar solo 2 mil pesos de los 10 mil acordados al payaso “Talachitas”.
Entre gritos, reclamos y advertencias de que incendiarían su camioneta, el payaso poblano Talachitas tuvo que huir del lugar.
Compartió el momento en redes sociales y desató una oleada de indignación.
La historia expone la violencia y el abuso que muchos artistas enfrentan cuando su trabajo no es valorado.
¿Cobras 10 mil por hora? ¡Ni que fueras qué!
En un video que el propio Talachitas subió a sus redes sociales, se puede ver el enfrentamiento con los familiares de la festejada.
En el clip, él explica que no puede trabajar sin recibir el pago acordado. Del otro lado, los asistentes lo increpan por el precio pactado, pese a que —según el payaso— ya existía un contrato firmado.
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“Ya me hizo venir hasta acá y no me quiere liquidar. ¿Cómo voy a trabajar si no me pagan?”, dice el payasito visiblemente molesto en el video.
Los reclamos suben de tono. “¿Cobras 10 mil la hora? ¿Ni que fueras qué o qué?”, lanza una de las personas, mientras otros le exigen que “haga el show de amigos” o se atenga a las consecuencias.
“Tienes cinco minutos para largarte o quemamos tu camioneta”: amenazan a payaso Talachitas
El ambiente se volvió hostil. Talachitas relata que varios asistentes comenzaron a rodearlo y le lanzaron una amenaza directa: tenía cinco minutos para irse del lugar o incendiarían su vehículo.
Sin más opción, el payaso y su equipo empacaron sus cosas y abandonaron el evento.
De regreso en casa, Talachitas narró toda la experiencia en redes sociales, donde el video rápidamente se volvió viral.
Talachitas rompe el silencio: “No somos payasos de ocasión”
Talachitas pide respeto al oficio del payaso
En una segunda publicación, el payaso expresó su indignación por la falta de respeto al trabajo artístico.
“Ser payaso es un oficio. No somos relleno de fiestas ni hacemos shows por caridad. También comemos, también trabajamos duro”, escribió.
La comunidad de artistas callejeros y animadores mostró su respaldo a Talachitas, condenando el abuso y exigiendo respeto a los acuerdos laborales.
¿Y la autoridad?
Hasta el momento, no hay pronunciamiento de la policía municipal de Acatzingo ni de las autoridades locales. La situación ha encendido un debate sobre la protección de los trabajadores del entretenimiento y la informalidad con la que se manejan muchos contratos en fiestas particulares.