Hoy se cumplen seis años del trágico feminicidio de Mara Castilla, un caso que estremeció al estado de Puebla y desencadenó un movimiento en busca de justicia y seguridad para las mujeres en México.
Mara Fernanda Castilla Miranda, una joven de 19 años originaria de Veracruz, se convirtió en víctima de un crimen que indignó a la nación.
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El 8 de septiembre de 2017, después de una noche con amigos en el bar “Abolengo” y “The Bronx,” Mara desapareció tras tomar un taxi de Cabify.
Fue así que ocho días después, un 15 de septiembre encuentran a Mara sin vida.
Mara Castilla vivirá en la memoria de todos
El conductor de Cabify, Ricardo Alexis N., se convirtió en el principal sospechoso de su desaparición.
A pesar de sus afirmaciones de que dejó a Mara en su casa, las pruebas y las cámaras de seguridad del Motel del Sur revelaron la verdad: Mara había sido agredida sexualmente, asfixiada y abandonada en un paraje.
La desaparición de Mara Castilla desencadenó una intensa búsqueda en redes sociales con el hashtag #MaraTeVamosAEncontrar y el apoyo de la comunidad, incluida la rectoría de la Universidad Popular Autónoma de Puebla (UPAEP), donde estudiaba.
El conductor de Cabify se entregó voluntariamente a las autoridades, pero las pruebas inculpatorias llevaron a su detención por privación ilegal de la libertad y posteriormente por el feminicidio de Mara Castilla.
El 6 de abril de 2021, Ricardo Alexis N. fue declarado culpable por el feminicidio de Mara Castilla, y el 12 de abril de 2021 fue sentenciado a 50 años de prisión y a pagar 300 mil pesos como reparación del daño moral.
Hubo regulaciones en el servicio de transporte
Este caso también tuvo repercusiones en la regulación de servicios de transporte como Cabify.
Inicialmente perdió su concesión en Puebla por fallas de seguridad, pero posteriormente implementó medidas de seguridad mejoradas.
El feminicidio de Mara Castilla no solo dejó una cicatriz indeleble en Puebla
También inspiró una lucha incansable por la justicia y la seguridad de las mujeres en México.
Seis años después, su memoria sigue viva como un recordatorio de la importancia de erradicar la violencia de género y garantizar un sistema de justicia efectivo.
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