Un dramático suceso sacudió Coronango, Puebla, la tarde del 25 de abril de 2025, cuando José Luis, un hombre de 42 años, se disparó en el rostro con una escopeta frente a sus hijos. El motivo: evitar que lo anexaran a un centro de rehabilitación por sus problemas de adicción. Ahora, el hombre permanece en estado grave en un hospital, mientras su familia y la comunidad enfrentan el impacto de esta tragedia.
El caso ha generado preocupación en Coronango, donde los problemas de adicciones y la falta de apoyo psicológico son cada vez más evidentes. José Luis no es el primero en recurrir a medidas extremas para evitar que lo anexaran, lo que pone en el foco la necesidad de nuevas estrategias para tratar esta problemática.
José Luis no quería desintoxicarse
El incidente ocurrió en el domicilio de José Luis, en la cabecera municipal de Coronango. Sus hijos intentaron convencerlo de ingresar a un centro de rehabilitación para tratar su adicción, pero él se negó rotundamente a evitar que lo anexaran. En medio de la discusión, José Luis tomó una escopeta y, ante la mirada de su familia, se disparó, causando una herida severa en su rostro.
Paramédicos y policías de Coronango llegaron rápidamente tras una llamada de emergencia. Los socorristas estabilizaron al hombre y lo trasladaron a un hospital, donde su estado se reporta como crítico debido a la gravedad de la lesión. Hasta las 19:00 horas de este sábado, no hay nuevas actualizaciones sobre su condición. Coronango, con 85,812 habitantes según el censo de 2020, enfrenta retos sociales que dificultan el acceso a servicios de salud mental.
La resistencia al internamiento en anexos, a menudo asociados con experiencias negativas, refleja un problema más profundo en el manejo de las adicciones. Este caso resalta la desesperación de quienes prefieren medidas extremas para evitar que lo anexaran antes que buscar ayuda.
José Luis quemó su casa porque también quería evitar que lo anexaran
La decisión de José Luis de evitar que lo anexaran no es un hecho aislado. El 18 de abril de 2025, Alfonso, un hombre de 45 años en Tehuacán, murió calcinado tras incendiar su casa para impedir que lo internaran en un centro de rehabilitación. Bajo los efectos de sustancias, Alfonso disparó al aire con un rifle y luego provocó el incendio que consumió su departamento, dejando a un menor herido que permanece hospitalizado.
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Puebla enfrenta un aumento en los casos de adicciones, especialmente entre comunidades vulnerables. La falta de programas de prevención y el acceso limitado a servicios de salud mental han llevado a que las familias recurran a los anexos como última opción, enfrentando a menudo resistencia extrema.
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