Descubre las mejores prácticas para conservar y disfrutar tu recalentado sin comprometer su sabor ni calidad.
La temporada de fiestas no solo significa cenas memorables, sino también el clásico recalentado que se disfruta al día siguiente.
Sin embargo, saber cómo conservar y recalentar los alimentos es clave para evitar problemas de sabor y salud.
Sigue estas recomendaciones y disfruta
- Enfriar antes de almacenar
Nunca guardes alimentos calientes directamente en el refrigerador, ya que puede dañarse el equipo y el alimento podría descomponerse más rápido.
Permite que los platillos se enfríen a temperatura ambiente antes de refrigerarlos o congelarlos.
- Recipientes herméticos
Usa envases bien sellados para evitar contaminación cruzada y conservar mejor el sabor. Evita los recipientes de vidrio no aptos para temperaturas extremas.
- Recalentamiento adecuado
Al recalentar, asegúrate de que los alimentos alcancen temperaturas altas para eliminar microorganismos. Las sopas y caldos deben hervir, mientras que las carnes deben estar bien cocidas.
- No congeles más de una vez
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Congelar y descongelar repetidamente deteriora la textura y sabor de los alimentos. Es preferible dividir las porciones antes de congelar.
¿Hasta cuándo consumirlo?
Los alimentos congelados pueden mantenerse por meses si se almacenan correctamente, aunque se recomienda no exceder los tres meses para mantener el sabor.
¿El recalentado sabe mejor?
Aunque el sabor puede intensificarse en algunos casos, procesos como la formación de cristales de agua durante la congelación pueden alterar texturas y sabores.
Opta por envases herméticos para reducir estos efectos y disfrutar al máximo del clásico recalentado.