Contratan a consejera en plena campaña interna para garantizar apoyo oficialista a Felipe Velázquez
Felipe Velázquez, uno de los aspirantes a la dirigencia estatal del PAN Puebla, se ve involucrado en un escándalo que ha sacudido al Comité Directivo Estatal (CDE).
El escándalo se origina por la presunta manipulación electoral interna, luego de que se descubriera la contratación sospechosa de Irma Tlacuahuac Zitlalpopoca, consejera estatal y aliada cercana de Velázquez. Este hecho ha generado controversia dentro del partido, cuestionando la imparcialidad del proceso electoral interno.
Un documento de alta en el IMSS, fechado el 22 de noviembre, reveló que Tlacuahuac fue recontratada con un salario mensual de 34 mil 230 pesos.
Esta contratación de dio días después de que se publicara la convocatoria para renovar la dirigencia.
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Esta acción, percibida como un intento por asegurar su respaldo en el Consejo Estatal, ha generado acusaciones de corrupción y uso indebido de recursos del partido.
Activismo oficialista bajo sospecha
Tlacuahuac se sumó públicamente a la campaña de Felipe Velázquez el pasado 5 de diciembre.
Ese mismo día integrantes de la planilla oficialista denunciaron sin pruebas a sus rivales, Mario Riestra y Genoveva Huerta, de ofrecer dádivas económicas para obtener votos.
No obstante, lo que no se mencionó en dicha conferencia fue que Tlacuahuac ya figuraba en la nómina del CDE saliente, encabezado por Augusta Díaz de Rivera Hernández, desde el inicio de las campañas internas.
Irregularidades y manipulación
La contratación de Tlacuahuac, reportada con el folio 7548439316300386120, es señalada como una violación a los procedimientos internos del partido.
Además de una estrategia para manipular el proceso electoral mediante plazas laborales.
Críticos acusan al CDE de garantizar votos a favor del grupo de Eduardo Rivera Pérez, utilizando recursos del partido de manera irregular.
Elección empañada
Finalmente, la votación para renovar la dirigencia estatal del PAN se llevará a cabo el 15 de diciembre, en un proceso que requiere al menos 58 votos para definir al ganador.
Sin embargo, los escándalos y las irregularidades ya han puesto en duda la transparencia del proceso, dejando una mancha en el camino hacia la nueva dirigencia del partido.