La CNDH reitera la calificación reprobatoria a los Ceresos de Puebla, evidenciando una crisis de sobrepoblación, condiciones insalubres y violaciones a los derechos humanos.
El sistema penitenciario de Puebla sigue enfrentando una crisis, con los Centros de Reinserción Social (Ceresos) una vez más siendo evaluados negativamente por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), que denuncia la sobrepoblación y la violación de derechos humanos.
En 2024, la entidad recibió una calificación de 5.83 puntos, situándose como el séptimo estado con los penales peor evaluados del país, evidenciando un sistema saturado por la sobrepoblación y condiciones inhumanas que violan los derechos humanos de los internos.
Hacinamiento, inseguridad y violación de derechos
La sobrepoblación es solo una de las alarmas. En los Ceresos de Puebla, más de 7 mil 600 reos enfrentan condiciones insalubres y de hacinamiento extremo.
La falta de integridad, espacios dignos y programas de reinserción es una constante en estos centros, lo que convierte a los internos en víctimas de un sistema que no cumple con sus responsabilidades básicas de rehabilitación y protección de los derechos humanos.
Ceresos con sobrepoblación: Cholula, Huejotzingo, Zacatlán y Tehuacán en crisis
El desbordamiento de la población es tan grave que algunos penales, como los de Cholula (con un sobrecupo del 304%), Huejotzingo (108%) y Zacatlán (el doble de su capacidad), superan con creces las cifras tolerables, exacerbando los niveles de violencia, inseguridad y riesgo para los internos.
Atención deficiente a grupos vulnerables y violencia imparable
La CNDH también resalta la falta de atención a grupos vulnerables, incluyendo población indígena, personas con discapacidad, la comunidad LGBTTTIQ+, mujeres y menores que viven con ellas.
A pesar de estos datos alarmantes, la violencia sigue siendo un fenómeno recurrente, impulsada por la falta de capacitación en el personal penitenciario y la insuficiencia de recursos.
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Las visitas de supervisión anunciadas por las autoridades de Gobernación, Salud y Derechos Humanos suenan a promesa repetida.
A lo largo de varias administraciones, estas visitas no han logrado transformar la cruda realidad de los Ceresos, donde la corrupción, el autogobierno y las actividades ilícitas continúan siendo el pan de cada día.