La bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Congreso de Puebla enfrenta una profunda crisis con la abrupta salida de tres de sus siete integrantes, marcando un golpe significativo de cara al proceso electoral 2023-2024.
La diputada local Silvia Tanús Osorio lideró la deserción al anunciar su renuncia a la fracción parlamentaria del tricolor para continuar como legisladora sin partido, a la espera de la autorización por parte de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo).
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La salida de 3 de 7 integrantes
Tanús, con 50 años de militancia priista, opta por convertirse en consultora política y gubernamental, ofreciendo sus servicios a perfiles y partidos diversos, incluso no se descarta que pueda asesorar al precandidato a la gubernatura de Puebla por la coalición Seguimos Haciendo Historia, Alejandro Armenta Mier.
La desbandada no se limita a los legisladores, ya que el dirigente estatal del PRI, Néstor Camarillo Medina, solicitó licencia tanto a su cargo como legislador como a la presidencia del partido.
Su decisión está motivada por su aspiración a obtener un escaño en el Senado de la República, sumándose así a la serie de cambios internos que enfrenta el partido.
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Por su parte, Juan Enrique Rivera Reyes, presidente de la Mesa Directiva en el Congreso, anunció su intención de buscar la presidencia municipal de Chignahuapan con el respaldo del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), lo que implica la solicitud de licencia como congresista en caso de confirmarse su candidatura.
Charbel Jorge Estefan Chidiac, coordinador de la bancada del PRI, también está en la mira del PVEM, invitándolo a contender por una diputación federal en la Mixteca, lo que podría llevarlo a abandonar su actual fracción parlamentaria.
De los siete integrantes originales de la bancada del PRI, solo se quedarían en funciones tres diputados: Laura Ivonne Zapata Martínez, Norma Sirley Reyes Cabrera y Adolfo Alatriste Cantú.
Según los registros del Instituto Electoral del Estado (IEE) de Puebla, los diputados suplentes que ocuparían los lugares dejados por los desertores serían José Ambrosio Corona Carbarin, Rafael Ramos Bautista y Javier del Valle Hernandez, cada uno con un perfil diverso que promete traer nuevos aires al Legislativo poblano.