La Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó la distribución de 200 diputaciones plurinominales federales, otorgando a la coalición gobernante, compuesta por Morena, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Partido del Trabajo (PT), una mayoría calificada con 364 diputados.
Esto supera por amplio margen los 336 votos necesarios para reformas constitucionales, generando reacciones encontradas entre los partidos de oposición.
Sobrerrepresentación en el Congreso
El consejero Uuc-Kib Espadas señaló las deficiencias del sistema electoral, resaltando que el voto ciudadano no se traduce equitativamente en la representación legislativa.
Aunque criticó la sobrerrepresentación, Espadas recordó que esta práctica es legítima según la Constitución, ya que se mide por partido, no por coalición.
Por su parte, los representantes de la oposición, incluidos el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, denunciaron que la nueva conformación de la Cámara de Diputados distorsiona los resultados electorales del pasado 2 de junio.
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El diputado federal Braulio López de MC acusó a Morena de simular resultados mediante la transferencia de votos a sus aliados, PT y PVEM, facilitando así un fraude a la Constitución.
Sergio Gutiérrez, representante de Morena, defendió la legalidad del proceso, afirmando que el sistema electoral mexicano no busca una representación pura.
Fernando Garibay del PVEM también rechazó las acusaciones, argumentando que las reglas fueron claras desde el inicio: la asignación de plurinominales sería por partido, no por coalición.
Paridad de Género
La Comisión también aprobó ajustes para lograr la paridad de género en ambas cámaras. En el Senado, se anuló el triunfo de Dante Delgado de MC para permitir el ingreso de Amalia García, ex gobernadora, alcanzando así la equidad de 64 hombres y 64 mujeres.
En la Cámara de Diputados, Jorge Armando Meade del PRI cedió su escaño a Ofelia Socorro Jasso para equilibrar la representación femenina.
La asignación de diputaciones favorece principalmente a Morena, PVEM y PT, dejando a la oposición en una situación de desventaja.
El Partido Verde, a pesar de haber obtenido menos votos que otras fuerzas, se convertirá en la segunda fuerza en San Lázaro con 77 diputados.
El PT, que quedó penúltimo en número de votos, ocupará la cuarta posición con 51 legisladores.
Este panorama genera preocupación en la oposición, que considera que la sobrerrepresentación oficialista debilita su poder legislativo.
La distribución de diputaciones por partido, y no por coalición, permite que la coalición gobernante mantenga una hegemonía en el Congreso, al tiempo que se reduce la representación de fuerzas opositoras.
En cuanto a las proyecciones para el Senado, Morena y sus aliados se acercan a la mayoría calificada, quedando a solo dos votos de lograrla.
Esto plantea un desafío para la oposición, que buscará limitar el alcance de las reformas impulsadas por el oficialismo en los próximos meses.