En un reciente desarrollo en Puebla, operadores del transporte público han solicitado un incremento al pasaje, que pasaría a ser de 12 pesos.
Esta propuesta, presentada por diversas agrupaciones de concesionarios y choferes de las rutas, surge como una medida necesaria para enfrentar los crecientes costos operativos.
Según los transportistas, el aumento en el costo del combustible y de las refacciones ha puesto en peligro la viabilidad de sus operaciones, y ajustar la tarifa del pasaje es visto como una solución indispensable.
Marco Antonio Méndez, representante de Transporte Unido Región Valsequillo, ha respaldado la solicitud de incremento, destacando que este ajuste es vital para asegurar la continuidad del servicio.
Además, Méndez ha señalado una problemática adicional: la presunta invasión de mototaxis en diversos municipios de la región.
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Según él, estos mototaxis están operando de manera irregular y afectando negativamente el servicio de transporte público. Méndez ha hecho un llamado a las autoridades estatales para que intervengan y regulen esta situación.
A pesar de estos argumentos, la propuesta de aumento del pasaje no ha sido bien recibida por los usuarios del transporte público.
Las críticas han surgido en respuesta a varios problemas que afectan la calidad del servicio.
Entre las principales quejas se encuentran la inseguridad en el transporte, la conducción imprudente por parte de algunos operadores, el estado deteriorado de las unidades y la falta de limpieza en los vehículos.
Los usuarios sostienen que antes de considerar un incremento en la tarifa, se deben resolver estos problemas fundamentales que afectan su experiencia y seguridad.
Incremento al pasaje y malas unidades
La situación plantea un dilema tanto para los operadores del transporte público como para los usuarios.
Mientras que los primeros buscan una solución financiera para continuar con su actividad, los segundos demandan mejoras en el servicio como condición previa a cualquier ajuste en la tarifa.
La resolución de este conflicto dependerá de la capacidad de las autoridades y de los transportistas para encontrar un equilibrio que satisfaga tanto las necesidades operativas como las expectativas de los usuarios.